martes, abril 01, 2008

Ciudadano Kirchner: el poder y los símbolos

18-feb-2008

"Es tan grande mi cariño,como el miedo de perderte..."

Como dijera hace años su primer biógrafo sureño: "mientras los demás duermen, Kirchner construye poder"... El ciudadano Kirchner, necesita el uso de la caja para manejar a sus acólitos y la lapicera del presidente, que está ahora en manos de Cristina. Dedica en estas horas sus esfuerzos a consolidar una nueva posición de fuerza, con un PJ despreciado como tal hasta ahora, y por un poder superior movimientista donde poder incluir al resto de compañeros de ruta.

Y mientras promedia el verano, avanza a toda máquina con su proyecto populista y hegemónico, usando a todos los que se le someten y a todo lo que le sirve. Todo es bueno para el rentista santacruceño y todos sirven al conductor implacable. Toda leña alimenta su fuego, incluyendo el pretenciosamente didáctico y atildado Lavagna, hombre de modales extraños y pagado de si mismo, que a los efectos del ciudadano Kirchner es simplemente uno mas, aunque la forma que adquiere su vocación de "servicio público" es por lo menos peculiar.

Si fuera cierto que su candidatura presidencial fue arreglada para dividir los votos de la oposición, tema en el que no se ha detenido en demasía en análisis periodístico, la estafa moral consumada lo invalidaría aún mas éticamente que la "inocente" y repetida "borocoteada" ... y con la combinación del juego de las "listas colectoras" quizás hasta invalidaría el propio resultado electoral.

Para Kirchner la política es como un juego de ajedrez. Le gusta usar las negras y algunas de las blancas también. Y eso es lo que entiende por transversalismo político. Además, le gusta utilizar sus propias reglas del juego, lo que sería una especie de transversalidad ética. Algunos le sirven como peones, otros como caballos, otros como alfiles, y el se siente rey y reina al mismo tiempo. "El poder es mío, mío, mío ..." ha de soñar el ex mandatario.

Los ministros de Cristina lo siguen tratando como al rey, y ella misma también, como lo anunció formalmente por lo menos en tres oportunidades, como para dejarlo sentado, en ocasión del traspaso del poder. ¿Formará parte de su convenio con el ciudadano Kirchner?. Sus afirmaciones parecieron llenar una formalidad.
Primero afirmó en un acto en Chubut en ocasión de la "reasunción" de Mario Das Neves: "Este hombre patagónico deja de ser Presidente desde el próximo 10 de diciembre. Pero para mí, y sé que para todos los argentinos, va a seguir también siendo Presidente". Lo ratificó luego en la Casa Rosada en la firma del acta del Banco de Sur delante de los presidentes asistentes al acto: "permítanme dirigirme con esa misma pasión, con esa misma convicción, con esas mismas ideas, con ese mismo compromiso para con todos los argentinos, a quien es Presidente de los argentinos, reiterando lo que dije ayer en Chubut, que todos en una parte de nuestro corazón lo vamos a seguir sintiendo de esa manera" (2). Y remató luego en su "improvisado" discurso de asunción como Jefa de Estado: "El Presidente que está a mi izquierda y yo somos hijos de la escuela pública y de la universidad pública y gratuita. No es casualidad, no somos hijos de personas con mucho dinero, somos hijos de trabajadores y él es Presidente y yo soy Presidenta; somos eso, producto de la educación pública." Demasiada casualidad ...
Probablemente le convenga dedicarse a aparecer en fotos con artistas y pasear por el mundo mientras Kirchner se ocupa de "la cocina" del poder, tarea interminable y agotadora. Pero ¿aguantará soportar que sea tan notorio su segundo plano?

Probablemente sea cierto que existe un convenio detallado y preciso de roles y funciones entre ellos. Pero las reacciones humanas no siempre son previsibles. Y existe la posibilidad que a Cristina no le guste su papel de "Toi toi toi, sois belle et tais toi" (tu cállate y se bella...), o que se le despierten nuevas ambiciones. Por cierto que difícilmente podría hacer ella otra cosa que lo que se ve, con un equipo tan acostumbrado a responderle a el. Lo cierto es que si ella cambiara una docena de funcionarios, Kirchner sentiría como no lo ha hecho hasta aquí su paso a la ciudadanía...

También sentiría el rigor del "afuera" si la presidente le impidiera el acceso a la residencia confundiendo escapadas a jugar a las cartas con los vecinos con otra cosa. Pero mientras no se produzca ninguna modificación en el pacto marital, con escándalo mediático de por medio, el ciudadano Kirchner podrá seguir haciendo uso de los símbolos del poder, que hoy le son necesarios.

"Jaimito" Duhalde, otro ajedrecista del poder, echó hoy mismo "leña al fuego" al afirmar esta mañana en declaraciones radiales que: "... este doble comando, si sigue, va a ser positivo porque ella no está preparada para un tema tan difícil como es el de gobernar".

El natural apuro de Kirchner en consolidar rápidamente el partido justicialista y el movimiento, aparte de responder a su natural temperamento inquieto e infatigable, seguro tiene que ver con disponer de un atril "mío, mío, mío" y de una estructura de manejo propio de poder para apoyar y/o para presionar a la presidenta indistintamente, en caso de tentarse Cristina con avanzar sobre el poder siendo legítimamente hoy dueña de los símbolos.

En ese sentido se entiende su relativamente nuevo interés en tener a la derecha, al centro y a la izquierda bajo su mando en el partido y/o movimiento, y que no quede afuera nadie significativo de los que podrían sentirse tentados a un nuevo salto de garrocha, pero en otra dirección. Kirchner n-e-c-e-s-i-t-a tener los soldados alineados bajo su dirección. No solo es para tener más poder, sino para conservar el que ha tenido hasta ahora, cuando por primera vez en años carece de una primera magistratura, provincial o nacional.

Su proyecto de poder, que no todos ven y muchos minimizan, ha sido manifestado al asumir la presidencia: "...nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición. En los países civilizados con democracias de fuerte intensidad, los adversarios discuten y disienten cooperando"(3). Para Kirchner la disensión equivale a cooperación... Por esa razón su ministro de economía delegado es Moreno... así los empresarios disienten si quieren (en silencio) pero sobre todo cooperando... Como tantos antes que el mismo, expuso también su ambición "movimientista": "este proyecto nacional que expresamos convoca a todos y a cada uno de los ciudadanos argentinos, por encima y por fuera de los alineamientos partidarios"

Como todo buen "fundador" de una dinastía, inauguró su nueva época: "Sabemos que estamos ante un final de época. Atrás quedó el tiempo de los líderes predestinados, los fundamentalistas, los mesiánicos (salvó mi propia y modesta persona habrá pensado por lo bajo...). La Argentina contemporánea se deberá reconocer y refundar en la integración de equipos y grupos orgánicos, con capacidad para la convocatoria transversal, el respeto por la diversidad y el cumplimiento de objetivos comunes".

Siempre en el mismo discurso, mostró su horizonte temporal al plantear su objetivo económico: "El resultado debe ser la duplicación de la riqueza cada quince años" ...

En fecha más reciente, al dirigirse a los diputados del Frente para la Victoria les dijo: "queremos asumir la responsabilidad en los tiempos que vienen desde el 10 de diciembre de 2007 a 2011 entre todos, desde el lugar que a cada uno nos toque. Ahora tenemos que diseñar y construir el tiempo que viene" (4). Y al día siguiente: "ahora viene la construcción del país estratégico, viene la institucionalización de un modelo plural" (5)

Y para que no quedaran dudas del "modelo" que tenía en la cabeza ratificó el proyecto en fecha aún más reciente, convocando desde el propio salón sur de la casa de gobierno a : "....un país ... que internamente pueda consolidar este proceso de distribución del ingreso, de inclusión social, de justicia que nosotros estamos necesitando y a la construcción de un país donde la industria y el campo no sean contradictorios y a la construcción de un país donde el trabajo, nuestra clase trabajadora, nuestra clase media, los empresarios nacionales constituyan este proyecto nacional y popular que se consolidó en aquel 17 de octubre de 1945". (6)

Mientras somos testigos de la consolidación de este proyecto, todos los que prefieren el tobogán que hace mas lenta la caída al trampolín, repiten la consigna del inefable Barrionuevo "es lo que hay", y con esa excusa sigue cada uno en su pequeño mundo, hasta que la cruda realidad nos muestre la fragilidad de "lo que había". Si se llegara a presentar una nueva crisis económica de cierta importancia, probablemente una combinación de la crisis externa y una inflación difícil de controlar, muchos compañeros de ruta demostrarían que las razones de su apoyo eran meramente coyunturales. El escenario político cambiaría radicalmente, y una vez más, Borges tenía razón sobre la no tan leve "incorregibilidad" del ser ...

(1) Miembro del Comité Consultivo de Atlas 1853 –
plopezherrera@hotmail.com
(2) 9/12/2007
(3) 25/05/2003
(4) 27/11/2007
(5) 28/11/2007
(6) 03/12/2007

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