jueves, enero 25, 2007
Gualeguaychú: asambleas y marxismo
La teoría es teoría hasta que deja de serlo. Opinaba Karl Marx que la violencia es la partera de la historia. El principio continúa vigente y toma nuevas formas para conseguir los mismos resultados. Y muchos de los comadrones de esa violencia que infiltrada en el peronismo intentó cambiar la república en “patria socialista” y falló, hoy forman parte del gobierno de Kirchner.
El marxismo siempre adquiere nuevos modos de aplicación. Y de “comunero” en Francia a mediados del siglo XIX devino en “soviético” en el siglo XX, luego gramsciano, y hoy sigue presente y activo en una lucha sin tiempos, que es la lucha permanente de la revolución contra la civilización y la cultura.
Resulta instructivo analizar el mecanismo a través del cual el conflicto de las papeleras huele a formas diferentes de un marxismo que va -e irá- por más, para nuestro mal.
Los hechos recientes
El gobierno argentino había argumentado que La Haya no tenía las atribuciones para expedirse sobre los bloqueos al tránsito, sobre lo que debería declararse incompetente. Su intervención debía ser sobre la cuestión de fondo, que las papeleras fueron autorizadas unilateralmente por Uruguay en violación por parte de Montevideo del Estatuto del Río Uruguay, y que contaminarán el medio ambiente.
La civilización
El diario El País de Montevideo, antes de conocer el fallo brindó una muestra de espíritu constructivo: “Hoy es el día en que el Tribunal de la Haya emitirá su fallo sobre el pedido de medidas cautelares promovido por Uruguay en el lamentable conflicto que desde hace más de un año se mantienen con Argentina por la instalación de plantas de celulosa en nuestro país. ... Más que aspirar a que nos sea favorable, lo que deseamos es que él contribuya a encauzar por los caminos del diálogo, de la razón, del respeto mutuo y de la voluntad de hacer cumplir sus términos, la solución de un problema que ha desbordado casi todos los cauces. Sin perjuicio de lo que se resuelva en el fallo final. ... Escribir compartiendo lo que no se conoce al momento de hacerlo, promoviendo a la vez el respeto de algo que no se ha visto, es casi un acto de fe. Los dos grandes pueblos que están comprometidos en esta locura, más allá de sus Gobernantes, se merecen y justifican, sin embargo, creer en las posibilidades de lo que se ignora. ... Que todo sea para bien.”
La barbarie
De nuestro lado de la frontera, el coordinador de la asamblea de Gualeguaychú, José Pouler fijaba su posición irreductible, en una forma en que Abel Pose llamaría quizás otra “cotidiana recaída en la seducción de la barbarie”: “A los vecinos les importa poco y nada la decisión que el máximo tribunal de la ONU. Si mandan a la Policía o a la Gendarmería, veremos; la única moneda de cambio para dejar la ruta es que la empresa finlandesa Botnia se retire de Fray Bentos”.
Un fallo conciliador
El dictamen de La Corte Internacional de La Haya, probablemente conciente de que poner al gobierno argentino en la obligación de abrir las fronteras y despejar las rutas por la fuerza hubiera empeorado rápidamente la situación, no dio lugar a la solicitud de Uruguay para que Argentina no permita el corte de las rutas fronterizas.
Sin legitimar los cortes, instó a las partes a que no tomen ninguna medida que agrave la situación y a que resuelvan el conflicto pacíficamente. El fallo dice que no hay "un riesgo inminente o un perjuicio irreparable contra los derechos de Uruguay". Dijo la jueza: "no hay urgencia para las medidas que solicita Uruguay".
Hay que tener en consideración que antes, el tribunal había rechazado el pedido argentino de que la corte ordenara a Botnia detener la construcción de la pastera en Fray Bentos, y que en esta oportunidad tampoco juzgó sobre el fondo de la cuestión, los perjuicios irreparables, sino sobre la insuficiencia de las pruebas.
La primera reacción argentina
El canciller (¿canciller?) Taiana declaró rápidamente que "La ventaja de este fallo es que quita una cortina de humo, que son las excusas para no dialogar y no enfrentar el problema de fondo". Por supuesto que aludía a las excusas del gobierno uruguayo de no negociar bajo la presión de los cortes, bajando línea con que la cuestión de fondo es el "respeto a los tratados internacionales".
Para el gobierno argentino la principal cuestión de fondo que sigue pendiente de resolución es la presunta violación por parte de la República Oriental del Uruguay del Estatuto del Río Uruguay, cuyo tratamiento tiene dos años por delante en la Corte de La Haya. Si pudiera probar esto, la fábrica estaría fuera de normas, y la posición del gobierno uruguayo quedaría absolutamente indefensa, y sería responsable política, jurídica y económicamente de todas las consecuencias emergentes de la instalación, precio imposible de ser asumido ni por el gobierno oriental, ni por su economía por el volumen de la inversión.
La tormenta perfecta
La situación, tal como está planteada, constituye un conflicto prácticamente imposible de resolver. La contradicción encierra en si misma los ingredientes de la tormenta perfecta que para quien quiera infiltrarse en el conflicto.
Gargano, el ministro de Relaciones Exteriores oriental, afirmó rápidamente “que no negociará con los puentes cortados". Desde el territorio donde se eleva la planta de Botnia, el intendente de Río Negro Omar Lafluf sostuvo que con este fallo se les da "vía libre" y libertad absoluta a los activistas para seguir haciendo lo que se les ocurra", quedando impunes para continuar con el corte, estimando que el activismo irá “en aumento, porque el nivel de exaltación al otro lado del río es cada vez peor".
Dándole la razón al intendente oriental, desde Gualeguaychú los violentos afirmaban: "vamos a pelear con más ganas y estar aún más firmes; seguiremos luchando contra las pasteras". Los entrerrianos más pacíficos opinaban: "menos mal que éste fue el fallo, sino las medidas de lucha serían aún más fuertes". Ya antes del pronunciamiento de La Haya los revoltosos habían declarado que “cualquiera fuere el resultado se mantendrá el campamento sobre el Arroyo Verde”. Susana Padín, coordinadora de la asamblea había afirmado que “el corte no se discute, lo mantendremos por tiempo indefinido cualquiera sea la decisión del Tribunal”.
Así, el caso Gualeguaychú es un caso de construcción de “la tormenta perfecta” a través de un discurso desarrollado y aplicado por alguien que conoce la fuerza de la construcción de mensajes en los que los aspectos emotivos destruyen la posibilidad del razonamiento lógico.
El mensaje con que ha sido bombardeada la población de Gualeguaychú es el siguiente: “
Si para vos es importante el aire que respiras, el agua que tomas y el alimento para tus hijos y tuyo, entonces, estás con nosotros. Sí a la vida, NO a las papeleras”. Está implícito que todos deben apoyar la lucha contra lo que amenaza el aire, el agua y la calidad de alimento para sus hijos, o sea las papeleras. Porque para todos es indiscutible que la vida necesita del aire, del agua, y del alimento. Sin ellos, no hay vida.
Las papeleras simbolizan además la “prepotencia” del capital y una nueva manera que tienen los países desarrollados de expoliar y oprimir a los países “del sur”, los oprimidos de siempre. Si uno estuviera de acuerdo con lo expresado, resultaría irrefutable la posición asambleísta: “la única moneda de cambio para dejar la ruta es que la empresa finlandesa Botnia se retire de Fray Bentos”.
Luego del fallo, las Asambleas del pueblo y de San Telmo firmaron rápidamente unos carteles resaltando la hermandad entre Argentina y Uruguay por el diferendo de las pasteras: “La Haya: digan lo que digan, uruguayos y argentinos siempre seremos hermanos”; y criticando el gobierno de Finlandia: “Hagan lo que hagan, Botnia y Finlandia son saqueadores y terroristas ambientales” “¡Exigimos ruptura con Finlandia ya!”
Marxismo y movimientos sociales
En “El Foro de Caracas: la otra mirada”, Atilio A. Borón (2) se interrogaba acerca de nuevas formas de lucha del marxismo: “¿cómo luchar contra las clases dominantes del capitalismo mundial y sus aliados locales? ¿cómo hacerlo contra sus estructuras, instituciones y representantes que actúan obedeciendo a una estrategia flexible, de carácter internacional pero hábilmente adaptada a las circunstancias y agentes locales? ... ¿por qué no deberían coordinarse internacionalmente las luchas por el agua de los mapuches en el sur argentino y chileno con la de las comunidades campesinas en Bolivia y Ecuador, los pueblos de la cuenca amazónica, la que libran los campesinos africanos y la de los grupos que en Europa, Estados Unidos y Canadá que se oponen a la mercantilización de ese vital elemento?”
En una conferencia desarrollada el año pasado en Cuba (3), se plantearon dos vías, dos formas independientes de lucha política por el socialismo: por un lado la extraparlamentaria y por otro la parlamentaria; pero siempre “desde las instituciones burguesas” instrumentalizándolas y utilizándolas “como elementos de agitación y de denuncia de la falsa democracia burguesa”.
Se afirmó allí que en la vía extra parlamentaria, los movimientos sociales tienen un papel central en la “ lucha anticapitalista y de poder alternativo: ... mandar al basurero de la historia a ese caduco Estado” y reemplazarlo “por esa forma de Estado alternativo surgido por los trabajadores organizados” bajo la “forma de democracia directa permanente” correspondiendo “a los comunistas, aprovechar esas formas espontáneas que surgen y constituyen diversos movimientos sociales, (y) dotarles de conciencia socialista”.
Desmontando el mecanismo de los movimientos sociales
Refiriéndose al mecanismo psicológico, al modo de inserción, y a los efectos posibles de los movimientos sociales, el intelectual y sociólogo James Petras (4), sostiene que “de manera dialéctica, la reacción individual (o la falta de reacción) influye sobre la organización social y, en circunstancias excepcionales, puede incluso invertir de manera parcial o total las decisiones macroeconómicas y el dominio de las elites. Los movimientos sociales, en particular las asambleas populares y los movimientos de trabajadores desempleados, proporcionan un marco para la transformación de los problemas privados individuales en respuestas sociales colectivas, pues exteriorizan la hostilidad contra el sistema, contra la patronal económica y política. Las asambleas son un foro donde los individuos pueden hablar y expresar sus ideas y sentimientos, así como escuchar y aprender de otros que se encuentran en la misma situación social. Las manifestaciones a favor de exigencias programáticas proporcionan dirección y objetivos y ayudan a vencer el sentido de impotencia, de aislamiento y de anomia.”
Así, “la acción colectiva es una forma de terapia social, pero no a través de la consulta de un profesional de pago, sino en la calle, con la gente que comparte las mismas condiciones en el mundo real, con sus peligros (de represión) y sus victorias (los cambios sociales). La acción social incluye organización, participación, implicación individual y debate, que aumentan la autoestima, porque utilizan las capacidades y el conocimiento del desempleado. El logro de cambios o reformas a través de la acción colectiva, ... proporcionan esperanza para el futuro y beneficios inmediatos.”
Marxismo y ecología
Para que el razonamiento sea completo, es necesario además que el capitalismo sea el enemigo natural del medio ambiente. Leonardo Boff (5) se ocupa de desarrollar el análisis afirmando a priori que “donde impera la práctica capitalista se envía al exilio o al limbo la preocupación ecológica. Ecología y capitalismo se niegan frontalmente. No hay acuerdo posible ... El capitalismo no sólo quiere dominar la naturaleza, sino arrancar todo de ella, depredarla ... Efectivamente, la humanidad se encuentra ante una situación inaudita. Debe decidir si quiere continuar viviendo, o si prefiere su propia autodestrucción.”
Plantea Boff el “monstruo capitalista” se va a ocupar de destruir el entorno de tres modos diferentes: 1) debido a la extinción de los recursos naturales, “va a haber guerras por las fuentes de agua potable”; 2) el efecto acumulativo de las agresiones quebrará además “el equilibro físico-químico-biológico de la Tierra” , llegando “a un punto crítico tal” que se quebrará “la sostenibilidad de la Tierra” y finalmente 3) mediante la injusticia social mundial proveniente de la “acumulación apropiada por unos pocos a costa de la explotación y del perjuicio de las grandes mayorías”.
Marxismo y asambleas populares
José Pablo Feinmann (6) justifica y legitima la nueva forma de representatividad. Refiriéndose a la Filosofía de la Asamblea Popular, “explica” que “como la política representativa ha devenido "oligarquía política", traicionando el mandato democrático que se le había confiado ... el pueblo se nuclea en tanto asamblea y desde este nucleamiento ejerce la democracia sin mediaciones .... solos en la "asamblea"; somos "yo", pero somos "los otros" y con los otros somos "todos". Somos una totalidad: la asamblea nos totaliza”. Citando a Sartre, "ya no somos lo que éramos, somos la negación de aquellos ciudadanos pasivos que los aceptaban resignadamente; eso que éramos era lo que ustedes habían hecho de nosotros; esto que hoy, en esta asamblea somos, es lo que nosotros hemos hecho de nosotros mismos; y este nuevo ser niega lo que éramos y, en esa negación, los niega a ustedes".
Las asambleas, no se dedicaron a "hacer política" de un modo tradicional, “sino que reinventan la política en sentido amplio, como búsqueda del bien común”. Y ante la bancarrota del Estado y sus instituciones representativas, surge una nueva forma de poder, que cuestiona e intenta forzar y reemplazar a un poder “instrumento de las transnacionales”.
Así, bajando del mundo de las ideas al mundo real, reza la bandera de una asamblea: "No somos nada, queremos serlo todo". Y en el caso concreto de las papeleras afirmaba el coordinador de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, Gustavo Rivollier cuando el objetivo era que el Banco Mundial denegara los créditos: “El verdadero problema es que nos pusimos contra un sistema económico, del cual La Haya forma parte ... nosotros luchamos contra un orden económico internacional ... y si les dan los créditos, todo va a ser difícil, sólo quedaría para hacer cosas demasiado pesadas".
Al preguntarse Cristina Feijóo y Lucio Salas Oroño (7) hacia donde van las asambleas, definen el alcance del movimiento “como parte de un gran movimiento social en gestación -en Argentina y en el mundo-”... “las asambleas surgidas en 2002 suponen una histórica respuesta cultural a la cultura de guerra, de muerte y destrucción humana y de recursos que imponen por todo el globo los imperialistas neoliberales. Cada paso que dan las asambleas es expresión de resistencia a ese supuesto orden hecho de caos, y una afirmación de la posibilidad de contraponerle una cultura de paz, de vida, de creatividad.”
El marxismo intenta evitar así errores cometidos en los años sesenta y setenta: la “centralización de la toma de decisiones a través de un partido o una vanguardia” que provocó que “las direcciones se fueron aislando de las bases y las organizaciones terminaron por aislarse de la sociedad”. Así, “un nuevo pensamiento se va articulando en torno de las formas y los contenidos de los movimientos sociales, movimientos de rebelión, formas de resistencia y contrapoder a las que pertenecen, creemos, las asambleas populares”.
Abrevando en las fuentes tradicionales del marxismo
En los términos clásicos de la teoría marxista, Lenin plantea en su libro del Estado y la Revolución (8), que “los trabajadores, en una revolución, tienen como tarea fundamental la desorganización del estado capitalista al mismo tiempo se va creando un potencial estado de los trabajadores en las entrañas del caduco régimen explotador.” Para Lenin, “el pensamiento de Marx consiste en que la clase obrera debe destruir, romper la "máquina estatal existente" y no limitarse simplemente a apoderarse de ella ... la destrucción de la máquina burocrático-militar del Estado es "condición previa de toda revolución verdaderamente popular"”.
El objetivo de la destrucción de la máquina estatal tiene dos fines: el obvio de su reemplazo, y además estar siempre alertas ... Como recuerda el mismo Lenin: “...en el otoño de 1870, Marx previno a los obreros de París; demostrándoles que la tentativa de derribar el gobierno sería un disparate dictado por la desesperación. Pero cuando en marzo de 1871 se impuso a los obreros el combate decisivo y ellos lo aceptaron, cuando la insurrección fue un hecho, Marx saludó la revolución proletaria con el más grande entusiasmo, a pesar de todos los malos augurios”.
Gualeguaychú: el marxismo real en acción
Como la asamblea de Gualeguaychú no alcanza a arrastrar a “las masas” los promotores de la acción han debido trabajar con otras asociaciones “hermanas”, aunque prefieren no hacerlo para no ahuyentar a quienes temen la utilización. Ya en los cacerolazos del fin del gobierno de De la Rúa, cuando la población bien intencionada sintió la necesidad de intervenir y se acerco a “participar” en las asambleas de barrio, se pinchó todo cuando fue evidente la manipulación de las mismas asambleas de la que son eximios protagonistas los marxistas de turno.
En ocasión de la manifestación realizada recientemente en la Plaza de Mayo, estuvieron o adhirieron al movimiento de Gualeguaychú entre otros la unión de asambleas ciudadanas, la red nacional de acción ecologista, la asociación de vecinos de La Boca, la asamblea permanente de los espacios verdes urbanos, la asamblea de auto convocados de Calingasta (San Juan), la asamblea de Concepción del Uruguay, la asamblea de la ruta 135 (de Colón), las asambleas de Chubut, los auto convocados Famatina (La Rioja), los vecinos auto convocados de González Catán, la asamblea de San Telmo, las asambleas de Santa Fe, de Esquel, de Santa Cruz, de defensa del Río de la Plata, del Delta, de los lagos de Palermo, varios foros de vecinos contra la contaminación en localidades con presencia del CEAMSE, los foros de la zona mesopotámica, el movimiento Cromañón, el Polo Obrero, la Corriente Clasista y Combativa, la CTA, etc.
Los lemas coreados y esgrimidos fueron entre otros: “si Botnia nace, Gualeguaychú muere”, “sí a la vida”, “Fuera Botnia”, “esta invasión no es contra pesos o ganancias, es contra nuestra vida”, “genocidio ambiental”, “nos quieren usar como basurero”, “depredación de nuestro medio ambiente por manos de monopolios extranjeros, y sus socios nativos ... acuerdo entre los capitales predadores y los gobiernos de turno”. Los asambleístas, hasta tienen desarrollado un “cancionero anti papelero" ...
Resulta particularmente interesante la participación de la CTA, que tiene un personaje en la misma ciudad de Gualeguaychú, Ramón Cabrera, titular del PC entrerriano, que con la participación de la PIT-CNT promueve la participación en el conflicto de Chavez, con tres ejes de argumentación: “1) la adhesión a la postura expuesta por los asambleístas de Gualeguaychú que solicitaron que el Hugo Chávez medie en el conflicto, 2) la voluntad de que los movimientos sociales y partidos políticos de ambos países comiencen a explorar caminos de diálogo independientemente de la actitud de las cancillerías, punto en el que se recalca el valor que puede tener en tal dirección una postura conjunta de la CTA y la PIT-CNT, y 3) la necesidad de instar a que los gobiernos de Argentina y Uruguay dialoguen y ejerzan su soberanía más allá de las decisiones de cualquier multinacional”.
En el fondo, la gran estrategia es otra ...
Resulta esclarecedor y necesario leer a Marta Harnecker (9), pensadora central del marxismo latinoamericano, para comprender la estrategia marxista-leninista-gramsciana. Ella expresa con claridad la gran estrategia movimientista: “entendemos la revolución como un proceso que lleva adelante un proyecto que se propone en primera instancia pasar el poder político de un bloque social a otro y, a partir de ahí, ir realizando transformaciones profundas en todos los aspectos de la sociedad ... y si entendemos que lo fundamental de ese proceso es ir creando el sujeto protagónico de la sociedad alternativa ... es preciso ir generando instituciones propias de soberanía popular, que en el fondo son el germen de una organización genuinamente socialista ... requerimos una línea más apegada al esquema de la "guerra de posiciones", orientada a la construcción de espacios que no se abandonan ... al decir de Gramsci, "en política, la guerra de posición es hegemonía" ... “es preciso superar la práctica reducida a la mera propaganda y entrar a desarrollar procesos de construcción popular alternativos ... crear instituciones rivales en soberanía popular fuera y en contra del parlamento, capaces de educar a las masas en su autogobierno, cuyos decretos y decisiones tendrán que ser defendidos política y materialmente de la agresión lógica de las clases dominantes ante estas formas de autonomía política popular que les niega cualquier legitimidad y capacidad de dirección y de control ... el único modo de garantizar la victoria revolucionaria del socialismo es forjando en forma incontestable más -¡y no menos!- libertad ... la manifestación de una libertad nueva y de mayor alcance, sin privilegios, realmente potenciadora de las hoy refrenadas capacidades y creatividades de grandes mayorías, ha de empezar antes de que el viejo orden sea eliminado mediante la conquista del Estado ... al capitalismo hay que transformarlo desde dentro, ponerlo en crisis ... requerimos impulsar una larga guerra de trincheras entre dos campos de posiciones relativamente fijas, en la que cada bando intenta socavar al otro política, ideológica y culturalmente, donde producto de su avance, el cerco se haga recíproco ... lo que no niega que una futura situación de equilibrio de fuerzas tenga que romperse a través de la toma violenta del poder del Estado ... es un camino más largo, por cierto. Implica que la izquierda se vuelque a los procesos de construcción popular bajo características crecientes de organización, poder y democracia popular”.
Conclusiones
Todo lo expuesto por intelectuales y militantes es auto explicativo, por lo que poco queda por agregar.
Sin embargo debe observarse la evidencia de –como mínimo- un triple intento de sustitución del estado por parte de una asamblea local:
1) Sustitución de la decisión del gobierno, al crear una situación ofensiva práctica y concreta de hecho contra un país vecino.
2) Sustitución de la ¿cancillería? al fijar el objetivo, el alcance y los términos de la negociación, y
3) Sustitución de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, puesto que ocupan el espacio que es el ámbito natural de la seguridad y la defensa nacional.
Planteado el análisis en estos términos, puede observarse, y pueden observar nuestros queridos y verdaderos hermanos orientales cual es el principal problema y los verdaderos enemigos de la convivencia pacífica y civilizada, y verificar lo que está en juego en el fondo.
Dejarnos seducir por un falso conflicto y alimentar la violencia sería el peor error a cometer, en ambas orillas del “río color de león”, y el mejor regalo a una izquierda que sigue luchando por sus utopías ...
(1) Miembro del Consejo Consultivo de Atlas 1853
(2) Atilio Borón Sociólogo, profesor universitario de Teoría Política y Social, ex vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Investigador Principal del CONICET. Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales / CLACSO. Autor de Notas sobre un extravío teórico político en el pensamiento crítico contemporáneo en el Debate sobre “Cambiar el mundo...”: Poder, contra-poder y antipoder en “Herramienta”, revista de debate y crítica marxista - http://www.herramienta.com.ar
(3) Malime. “La interrelación dialéctica de la forma de lucha por el poder como forma de poder” - III Conferencia Internacional "La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI" - 3.5.2006 - Palacio de las Convenciones - La Habana – Cuba. Artículos de Malime en http://www.rebelion.org/mostrar.php?tipo=5&id=Malime&inicio=0
(4) James Petras, sociólogo norteamericano, militante de los derechos humanos y líder estudiantil en la Universidad de Berkeley, Estados Unidos. Desde 1960 a 1973 enseñó y dirigió investigaciones en algunos países latinoamericanos, especialmente en Chile, donde colaboró con el gobierno de Salvador Allende. Luego del golpe de Estado de Augusto Pinochet, Petras fue miembro del Tribunal Russel sobre la represión en América Latina, junto a Julio Cortázar y Gabriel García Márquez. http://www.rebelion.org/petras.htm
(5) Leonardo Boff, Ingresó en la Orden de los Frailes Menores, franciscanos, en 1959. Durante 22 años fue profesor de Teología Sistemática y Ecuménica en el Instituto Teológico Franciscano de Petrópolis, profesor de Teología y Espiritualidad en varios centros de estudio y universidades de Brasil y del exterior, y profesor visitante en las universidades de Lisboa (Portugal), Salamanca (España), Harvard (EUA), Basilea (Suiza) y Heidelberg (Alemania). En 1984, en razón de sus tesis ligadas a la Teología de la Liberación expuestas en su libro Iglesia: Carisma y Poder, fue sometido a un proceso por parte de la Sagrada Congregación para la Defensa de la Fe, en el Vaticano. En 1985 fue condenado a un año de “silencio obsequioso” y depuesto de todas sus funciones editoriales y académicas en el campo religioso. Le fue levantada la pena en 1986, pudiendo retomar algunas de sus actividades. En 1992 renunció a sus actividades sacerdotales y se auto promovió al estado laico. “Cambio de trinchera para continuar en la lucha”: sigue como teólogo de la liberación, escritor, profesor y conferencista en los más variados auditorios de Brasil y del extranjero, asesor de movimientos sociales de cuño popular liberador, como el Movimiento de los Sin-Tierra y las Comunidades Eclesiales de Base (CEB’s), entre otros. http://www.leonardoboff.com/
(6) José Pablo Feinmann es filósofo, escritor, analista político y colaborador de Página/12. José Pablo Feinmann José Pablo Feinmann nació en Buenos Aires en 1943. Es licenciado en Filosofía y fue profesor universitario en la Universidad de Buenos Aires durante los primeros años de la década del 70. nació en Buenos Aires en 1943. Es licenciado en Filosofía (UBA) y ha sido docente de esta materia en esa casa de estudios. Publicó más de veinte libros, que han sido traducidos a varios idiomas. Actualmente dicta cursos de filosofía de inusual y masiva convocatoria. Siempre residió en Buenos Aires. es asiduo colaborador del diario Página/12 de Buenos Aires
(7) Cristina Feijóo nació en Buenos Aires en 1944. Militante de la izquierda peronista, fue presa política en dos oportunidades: entre 1971 y 1973 y luego entre 1976 y 1979, año en que se exilió en Estocolmo hasta 1983. Premio Clarín a la novela en 2001 por decisión unánime del jurado. Lucio Salas Oroño de la cooperativa La Asamblearia de Buenos Aires, participo del Foro Social Mundial realizado en Argentina. Ambos tradujeron El Movimiento de los Sin Tierra de James Petras
(8) Lenin - El estado y la revolución. Capitulo III. La experiencia de la comuna de París de 1871. El análisis de Marx.
(9) Marta Harnecker, es una sicóloga chilena que pasó del catolicismo al marxismo. En tiempos de Allende dirigió la revista semanal de izquierda Chile Hoy, colaborando así con el gobierno de Allende. Activista revolucionaria, se dedica a la formación política de los obreros. Se asila en la embajada de Venezuela, y viaja a Cuba con un salvoconducto. En La Habana se casa con Manuel “Barbarroja” Piñeiro, un enlace de los movimientos guerrilleros latinoamericanos. Actualmente trabaja para la “revolución bolivariana”.Según José Luis Farias (Diputado Solidaridad) “Es muy influyente en Venezuela por su vínculo estrecho con Cuba. Su función en el país es monitorear las reuniones, construir el pensamiento político, y darle organicidad a los pensamientos de Chávez. Ella participa en las altas reuniones del gobierno” . Artículos en http://www.rebelion.org/harnecker.htm Biografía en http://www.talcualdigital.com/Especiales/Protagonistas_marta.asp
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