sábado, enero 05, 2008

Estos cristianos a los que se persigue


Thomas Grimaux*, Valeurs Actuelles, 21-12-2007
Traducción de Pablo López Herrera

En un número creciente de países, el simple hecho de ser cristiano puede significar el exilio forzado o la muerte. Los defensores que tienen “la patente” de los derechos humanos tienen a menudo la tenencia a olvidarlo.

Una serie de acontecimientos importantes prueban este año que el Vaticano no es el único en abordar el problema de la supervivencia de los cristianos y denunciar su persecución, a menudo sistemática, en la cristiandad de Oriente y de Asia. En junio, Doudou Diène, informante en las Naciones Unidas acerca de las formas actuales de discriminación, hacía sonar oficialmente el timbre de alarma: “Hay actualmente un resurgimiento de esta cristiano fobia que, paradójicamente, ha sido ignorada en los debates internacionales.”


El mismo Colegio de Francia acababa de ser sede de un coloquio cuyo título, muy universitario señalaba una lúcida constatación: “Cristianos del mundo árabe: herencia y futuro”, invitando a una reflexión sobre el tema.El 15 de noviembre, era el turno del Parlamento europeo el de comprobar “la multiplicación de episodios de intolerancia y de represión hacia las comunidades cristianas”. Los diputados europeos adoptaban este día una resolución sobre “acontecimientos graves comprometiendo su existencia”.


Al día siguiente, un coloquio internacional, colocado bajo el padrinazgo del ministerio francés de los Asuntos Extranjeros, planteaba esta pregunta en forma de alerta: “¿Cuál es el futuro para los cristianos de Oriente? ”El mundo comienza a inquietarse por la suerte de los cristianos, más particularmente allí donde están más amenazados: en Asia, y en el Cercano y en el Lejano Oriente, después de los asesinatos recientes de pastores cristianos en Turquía, del proceso estalinista del padre Ly en Vietnam, de los insultos anticristianos semanales del presidente venezolano Hugo Chávez, del bombardeo del santuario mariano de Madhu en Sri Lanka, y de las vejaciones sufridas en tantos otros países musulmanes, hinduistas o budistas.

Para Régis Debray, que escribe este mes en el suplemento de las religiones de Le Monde, no se trata “solamente de hacer sonar una señal de alarma, sino de enfrentar con los ojos abiertos un problema esencial de civilización”. El filósofo y mediólogo es formal: “la cuestión de las minorías se nos va a imponer como la gran pregunta del siglo”.La ONU y la Unión Europea tomaron nota: las persecuciones actuales son nuevas en su esencia porque los perseguidores son partidos, gobiernos o nebulosos grupos terroristas que aplican teorías globales.

Ya no se trata más de individuos aislados - un dictador loco como Nerón o un "loco" en Bélgica que degüella al padre De Leener en junio de 2005 - sino de iniciativas coordinadas que aplican programas que son el fruto de la reflexión. Los actos son queridos, premeditados. Se inscriben en una estrategia deliberada y coherente.Lo verificamos en las tres principales fuentes del nuevo anti-cristianismo, que son el islamismo, los fundamentalismos hinduistas y budistas, y el comunismo. El fenómeno fundamentalista musulmán es desde hace unos años la principal fuente de estas nuevas persecuciones. Para comprender este odio radical , basta con leer los programas de los movimientos más accesibles, cualquiera que sea el área cultural o étnica en la que se exprese.

En numerosos países, la lectura simple de la constitución - establecida sobre la charia, la ley islámica - es instructiva. Arabia Saudita es el caso más típico. El culto católico está prohibido allí a las centenas de millares de cristianos que trabajan en el país. ¡Hasta no pueden reunirse entre ellos para una simple oración! La situación es casi idéntica al norte de Nigeria, en Afganistán, en Pakistán, en Indonesia, en Malasia, y también en Argelia, desde la ley "anticonversión" de marzo de 2006.

En Turquía, todo alumno que hable en clase del genocidio armenio de 1915 es pasible de una sanción. La Iglesia católica turca pide desde 1970 - en vano hasta la fecha - su reconocimiento oficial. Adicionalmente, el gobierno confiscó, a partir de 2002, las tres cuartas partes de las propiedades del patriarcado ecuménico.La iglesia del Santo Salvador de Prístina transformada en baño públicoEn Turkmenistán, los raros sacerdotes presentes deben ejercer su ministerio exclusivamente con los extranjeros.

En Bangla Desh, la minoría cristiana se abstiene de celebrar la Navidad, por falta de protección policial. En Kosovo, bajo la tutela oficial de la OTAN y de la ONU, más de ciento cincuenta iglesias y conventos han sido destruidos desde 1999. En Prístina, la capital de la provincia, la iglesia de Cristo Salvador ha sido transformada en baño público. Hasta en las apacibles y seductoras Maldivas, los dirigentes deben ser obligatoriamente musulmanes sunitas. El culto católico está allí prohibido.Estos países de Islam desarrollaron un pensamiento estructurado, a la vez filosófico y teológico, que promueve el sometimiento o la eliminación de hecho, y luego de derecho, del cristianismo.

El proceso es siempre el mismo: con el fin de instaurar un sentimiento de inseguridad permanente se administran insultos, calumnias (como en los manuales escolares egipcios o las historietas de Hamas), escupitajos al paso del cristiano, amenazas.

En Diyarbakir, la gran ciudad del sudeste de Turquía, el imán más importante pudo clamar en una de sus predicas, sin chocar aparentemente a las autoridades: “Las transferencias de órganos son lícitas excepto para las prostitutas, los drogadictos y los cristianos.” Progresivamente, la presión es tal que las muchachas cristianas se ven forzadas a llevar el velo. Esto se verifica desde hace unos años en el Líbano o en Palestina.Los secuestros de sacerdotes o de simples fieles se han multiplicado en Filipinas y en Irak, impulsados por una campaña de terror. “Los cristianos son incitados al exilio para huir la violencia de grupos fundamentalistas”, comprobaba el 20 de noviembre el Secretariado general del sínodo de los obispos de Asia.Monseñor Giovanni Lajolo, secretario de la Santa Sede para las relaciones con los Estados, lamenta la situación particularmente dolorosa de los cristianos en el Medio Oriente: « La proporción de los católicos se ha dividido por diez en Irán desde 1973 y no representa a más que el 0,01 % de la población total. En el mismo período, ha sido reducida en dos tercios en Irak, pasando del 2,6 % al 1 %. En Siria, los católicos no constituyen más que el 1,9 % de la población contra el 2,8 % en 1973. Finalmente, en Israel y en Palestina, casi se ha dividido por dos, pasando del 1,9 % al 1 %. »


Estas partidas debilitan las comunidades cristianas y reducen la libertad de acción de la Iglesia: “La carencia de libertad religiosa se manifiesta en particular en trabas a la comunicación entre las comunidades de fieles y los obispos, y entre los obispos y el Papa, en la prohibición de crear una conferencia episcopal o en la obtención de los visados para los agentes pastorales, en la limitación de la construcción de iglesias o en el apartamiento de la vida pública.” El catálogo de las persecuciones sangrientas en tierra de Islam es un largo martirologio, que demasiado a menudo, parece dejar indiferentes a los defensores que tienen “patente” de defensa de los derechos humanos.

El fundamentalismo hinduista inspira por su parte a partidos políticos importantes como a BJP (Bharatiya Janata Party fundado en 1980), muy poderoso en ciertos estados del sub-continente indio (Arunachal Pradesh, Orissa, Madhya Pradesh, Chhattisgarh ...). Según el resultado electoral, estos partidos ejercen una influencia fuerte sobre los gobiernos locales o participan directamente en el poder político.Su ideología procura la restauración de la “ pureza original ” del hinduismo (o del budismo en el Sri Lanka). Esta búsqueda pasa por la exclusión de todo lo que es cristiano, de todo lo que es contrario a la “ raza india ”.

Las acciones no son siempre violentas pero forman parte de un “complot” como lo ha denunciado, desde 2005, el único miembro cristiano de la Comisión nacional de las minorías en la India.A menudo tolerados o sostenidos por el poder central, estos extremistas quieren “hinduizar” los espíritus. Cada año, el 25 de enero, quieren por ejemplo forzar a los alumnos de las escuelas cristianas a observar el rito hindú del Surya Namaskar, esta práctica del yoga que pretende ofrecer una oración al dios sol. Ellos aplican a los “dalits” (intocables) cristianos, una “ pena efectiva y doble ” prohibiéndoles gozar de las ventajas inscritas en la Constitución a favor de los intocables. Su situación es tal que el secretario general del Consejo ecuménico de las Iglesias clamó indignado: “África del Sur abolió el apartheid, y es un pecado de practicarlo en la India en el siglo XXI.”.

Esta estrategia de vejaciones repetidas procura acostumbrar a la gente a los actos más violentos, hasta los más innobles, como las agresiones de pastores protestantes filmadas y difundidas por la televisión en abril y en mayo de este año. Una capa de plomo puede entonces recubrir una región o todo el país y los cristianos entrar en una tumba social de la que no podrán salir más.Aunque en retirada desde una quincena de años, el comunismo sigue siendo una de las grandes fuerzas anticristianas de nuestro mundo contemporáneo.

La apertura de los antiguos archivos secretos permitió revelar el horror sufrido por los cristianos en los antiguos países comunistas. El “ Informe sobre las persecuciones religiosas en ex-URSS ”, encargado por el ex presidente ruso Boris Eltsin en 1995, había suministrado una cifra horrorosa: ¡200 000 sacerdotes asesinados por el régimen soviético!

El "muro" del comunismo todavía no cayó.

En China, en Vietnam, en Corea del Norte o en Cuba, la persecución se prosigue.El expediente de la China es particularmente pesado, constituido por persecuciones ejercidas a diario. Obispos y numerosos sacerdotes son puestos en prisión, y no sabemos nada de su suerte exacta. ¡Mientras que está a punto de organizar los juegos Olímpicos de verano, a agosto próximo en Pekín, el régimen comunista ya tiene previsto prohibirles a las delegaciones deportivas presentarse con más de una Biblia por persona!El atlas de los estados anticristianos

Arabia Saudita Islamismo
Ninguna libertad de culto, hasta en el marco de la privacidad. Se aplica la Charia.

La India Hinduismo
Un dalit (intocable) que se hace cristiano no puede gozar más de las ventajas dadas por la Constitución. En ciertos estados, hay tiendas que se niegan a servir a los cristianos. Son regulares los ataques violentos, las incursiones violentas contra los africanos del Norte y los asesinatos.

China Comunismo
El Estado entiende regentear a la Iglesia católica vía la Iglesia patriótica. Obispos, sacerdotes y laicos comprometidos son puestos en prisión o en campos de reeducación. No conocemos su número. Numerosos bienes inmuebles permanecen expoliados (como en Vietnam).

Egipto Islamismo
El artículo 2 de la Constitución de 1971, modificada en 1980, estipula que charia se aplica en el país. Los coptos (el 10 % de la población) son sub-representados en el gobierno, en el Parlamento, en el ejército, y en las universidades. La construcción o la reparación de una iglesia necesita un decreto, firmado por el presidente en persona. La islamización impone el velo islámico a las cristianas, si no corren el riesgo de ser sujetos de actos de violencia. Las autoridades cristianas confirman los raptos de jóvenes cristianas para casarlas por la fuerza con islamistas.

Nigeria Islamismo
Reina la Charia en los estados del norte y se aplica a los cristianos, sometidos a la prisión, los latigazos y otros castigos. Después del 11 de septiembre de 2001, la mitad de los chicos nacidos en el estado de Zamfara (el primero que ha promulgado la charia a finales de 1999) recibieron el nombre de Osama.

Sri Lanka Budismo
El Jathika Hela Urumaya (Herencia nacional cingalesa) entiende restaurar el budismo en su pureza original y prohibir otro culto. Miembro de la coalición en el poder, desea una ley "anti-conversión". El catecúmeno debe señalar su proyecto de conversión al poder local.

Irak Islamismo
Desde 2003, la mitad de los 800 000 cristianos autóctonos huyeron el país, donde las iglesias son atacadas, los sacerdotes y los obispos llevados, y los cristianos perseguidos por todos los beligerantes.

Turquía Islamismo
La islamización del país conduce a la negación del genocidio armenio y a los asesinatos. Monseñor Edmond Farhat, nuncio apostólico, habla de “ cristiano fobia institucional ”. Mayoritaria en el imperio otomano, la población cristiana no representaba más que el 10 % de los Turcos en 1920 y el 0,2 % hoy.

Indonesia Islamismo
Hasta después del fin oficial de los combates de los años 1998-2001 (decenas de millares de muertos), la tensión sigue viva. Las agresiones anticristianas son regulares: escuelas cerradas, misas prohibidas, lugares de culto incendiados, alumnas cristianas del secundario degolladas.

Pakistán Islamismo
Monseñor Joseph Coutts, obispo de Faisalabad desde diciembre de 2006, confirma el recrudecimiento de acciones islamistas y el juego singularmente turbio del Estado: mención obligatoria de la religión en las cédulas de identidad, leyes anti-blasfemia que permiten acusar fácilmente a un cristiano ya que la charia le da a su testimonio menos valor jurídico que al de un musulmán, manuales escolares tendenciosos e injuriosos para el cristianismo. Después de la clase de cuarto año, está prohibido enseñar el catecismo, hasta en las escuelas católicas.

* Thomás Grimaux es el autor de: El Libro negro de las nuevas persecuciones anticristianas, Favre, 160 páginas, 16 euros.


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