viernes, octubre 06, 2006

articulos hasta la fecha

Desde Madrid, con melancolía ... 24 marzo 2003

Por Pablo López Herrera

Hablando de política, me preguntaba un taximetrero de esta ciudad hace unos días: “¿porqué no votan a alguien como la gente en vuestro país?. ¡Hombre! ¡La culpa es vuestra si votáis siempre a los mismos...!”

No pude sino darle la razón.

Y en La Nación de hoy lo he confirmado: el problema argentino, somos los argentinos; mas precisamente el 81 % de los argentinos.

Figuran allí los resultados de una encuesta de Analogías en la que el 81 % de los entrevistados votará por caudillos provinciales populistas acostumbrados a un sistema político basado en las negociaciones espurias y con ninguna voluntad de cambiarlo, sino mas bien a usarlo para sus fines (Kirchner, Menem, Rodríguez Saa - 45,3 %) o por los eternos irresponsables de la utopía (Carrio, Walsh, Bravo, Moreau – 17 % ) o que votaran en blanco, no concurrirán o impugnaran su voto ( 18,7 %).

Y mientras tanto, ellos siguen su camino, tranquilos con la certeza de que el queso no se les escapara tampoco esta vez.

El candidato designado, gobernador de una provincia con record de empleados públicos apoyado por Duhalde, que sigue criticando el "modelo perverso aplicado en la década del noventa" que lo puso donde esta.

Menem apoyándose en lo bueno realizado, pero sin la menor autocrítica respecto de la corrupción ni del déficit crónico.

Rodríguez Saa con sus cien puntos en los que ni el mismo ha de creer.

La Carrió, gran responsable de la debacle financiera, fogonera de la fuga de depósitos que nos sumergió en la pobreza, entretenida hoy con Marta Maffei y la hermana Marta Pelloni en el Encuentro Nacional de Mujeres por la Verdad, cónclave organizado por ARI en la Facultad de Derecho de la UBA, y Moreau posando con Storani para mendigar los votos de los últimos radicales. Entre paréntesis, ¿han visto que desde hace tiempo las facultades oficiales se han convertido en foros financiados por los contribuyentes de los actos de los políticos progres?.

¿Quién tiene la culpa, el chancho o quien le da de comer? ¿Y no les daremos de comer nosotros, los argentinos?

¡Si ni siquiera somos capaces de elegir como Dios manda! ¿De donde renacerá el país que se proyectó en 1853? ¿Con estos barros haremos esos lodos? Presiento que no.

¿Seremos un pueblo como aquel del que dijera Bolívar en una carta al general Juan José Flores, fechada en Barranquilla el 9 de noviembre de 1830:"Mi querido general: Ud. sabe que yo he mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos: 1º, la América es ingobernable para nosotros; 2º, el que sirve una revolución ara en el mar; 3º, la única cosa que se puede hacer en América es emigrar; 4º, este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles de todos los colores y razas; 5º, devorados por todos los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignarán conquistarnos; 6º, si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, éste sería el último período de la América", y concluía: "Ud. verá que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demagogia, y ¡desgraciados de los gobiernos!"?

Pero consolémonos: Duhalde reiteró ayer su confianza en la recuperación del país: "Avanzar, avanzar, avanzar, ese es el destino de la Argentina".

¿No estaremos avanzando hacia el abismo?




El infierno de Kirchner (14 Jul 2004)

Es característica del liderazgo transmitir una visión optimista que proporcione fuerza y ayude a generar la energía que se necesita para salir adelante.

El pasado 9 de julio el presidente volvió a insistir en que tomara “mucho tiempo salir del infierno al que nos han llevado”.

Si nuestro presidente es un líder, resulta llamativo el reiterado uso que hace del infierno para describir simbólicamente nuestra situación. Y aunque desconocemos los argentinos la razón que tiene Kirchner para comparar a la Argentina con el infierno, desearíamos que no hubiera ningún pacto con el demonio que nos involucre.

Por ser tan la reiterada imagen que se nos presenta, seria interesante conocer las características que tiene ese infierno en el que cree el presidente.

Forma parte de la esencia del verdadero infierno su eternidad. Las almas que van a parar allí, lo hacen por la propia conducta en esta tierra; nunca podrán salir, y menos aun llegar al purgatorio o al cielo(1). Resulta entonces por lo menos curioso que para Kirchner no solo vamos a salir del infierno, sino que ya estamos en el segundo escalón.

Determinar la razón por la que elige con insistencia el ilustrar la situación de nuestro país como si fuera la de “un lugar de tinieblas, de una fosa de la que no se puede salir” y al mismo tiempo decirnos que estamos saliendo -eso sí, lentamente- del horno, seria materia para un especialista. De todos modos, se admitirá que es por lo menos curiosa la visión del Averno tan frecuente en el dircurso presidencial, si no fuera que por serle el abismo tan natural, el mismo le surge de un modo ya inconsciente.

La imagen clásica del verdadero infierno es la de un horno ardiente, en el que «habrá llanto y rechinar de dientes» o también la de la gehenna, un «fuego que no se apaga». Lo que no existe es el infierno asociado al pasado. Del infierno no se sale. O se esta en él, o se entrara allí en el futuro. De ahí la curiosidad por conocer la lógica presidencial.

Un pensador francés atribuía al marxismo la “capacidad” de obviar el clásico principio de no contradicción. Y así sostener por ejemplo que una cosa puede ser y no ser al mismo tiempo (A y no A). O simultáneamente ser una cosa y la otra (A y B siendo B distinto de A).

No se si conocía el pensador al “marxismo-peronismo”. Pero el infierno de Kirchner poseería por derecho propio la de ser eterno y por derecho atribuido la de ser transitorio.

Tal vez con la imagen que aplica, el santacruceño persigue el mismo propósito que Góngora cuando nos invita a bajar al abismo, aunque seguro por diferentes razones: “Bajad luego al abismo, en cuyos senos / blasfeman almas, y en su prisión fuerte / hierros se escuchan siempre, y llanto eterno,/ si queréis, oh memorias, por lo menos / con la muerte libraros de la muerte,/ y el infierno vencer con el infierno.” (2) Parecería decirnos Góngora a diferencia de Kirchner: usad la imagen del infierno para no caer en él.

Si se coloca en apretada y arbitraria síntesis la infernología tal como nos ha sido presentada cronológicamente por el presidente, se aprenderá que “pasar del Infierno al Cielo no es fácil, porque antes está el Purgatorio” (3), que “estamos saliendo del infierno, pero no lo hicimos todavía” (4), que "estamos subiendo la escalera del infierno, que caímos muy bajo, y que al seguir así, podemos llegar a una etapa superior"(5), que "estamos todavía en el infierno, que es muy profundo y no se sale con discursos, sino con acciones"(6), que “la Argentina se encuentra "en el segundo escalón", pero que su gestión seguirá trabajando para mejorar esa situación” (7), que "hemos salido del fondo del infierno, pero todavía estamos en él"(8), que del "segundo escalón aspiro que a fin de mandato hayamos llegado a la puerta del purgatorio" (9), que “hemos alcanzado a subir dos escalones” (10), que "recién estamos saliendo del infierno"(11), y que aunque “venimos más allá del infierno” (12), nos llevará “mucho tiempo salir del infierno al que nos han llevado” (13).

En la imposibilidad de una explicación racional de las palabras del sureño, (para quien así mismo parecería que “el infierno son los demás”) y en espera de las próximas entregas del folletín, seguramente convenga en materia de infiernos seguir haciéndole caso al Dante, verdadero especialista, que pusiera a la entrada de su Inferno (15) este terrible cartel: “Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza.” (16). Por suerte para nosotros, sabemos con certeza que esta frase no fue escrita para ser colocada en la puerta de la Argentina.

Pablo Lopez Herrera
plopezherrera@yahoo.fr


(1) SS Juan Pablo II – audiencia del Miércoles 21 de Julio 1999: “Todo ello es expresado, con forma de narración, en la parábola del rico Epulón, en la que se precisa que el infierno es el lugar de pena definitiva, sin posibilidad de retorno o de mitigación del dolor (cf. Le 16, 19-31).”
(2) Luis de Góngora y Argote, 1612 - A la memoria de la muerte y del infierno
(3) discurso preelectoral - mayo de 2003
(4) Presentacion del plan de construccion de establecimientos penitenciarios diciembre de 2003
(5) enero de 2004
(6) marzo de 2004
(7) marzo de 2004 (8) abril de 2004
(9) mayo de 2004
(10) mayo de 2004
(11) julio 2004
(12) junio de 2004
(13) julio de 2004
(14) julio de 2004
(15) Antes de describir el sitio dice el Dante: «Debes aquí dejar todo recelo;/debes dar muerte aquí a tu cobardía. /Hemos llegado al sitio que te he dicho/en que verás las gentes doloridas,/que perdieron el bien del intelecto.» («Qui si convien lasciare ogne sospetto;/ogne viltà convien che qui sia morta./Noi siam venuti al loco ov' i' t'ho detto/tu vedrai le genti dolorose/c'hanno perduto il ben de l'intelletto».) - Dante Alighieri, La Divina Comedia, Inferno: Canto III
(16) “Por mí se va hasta la ciudad doliente,/Por mí se va al eterno sufrimiento, /Por mí se va a la gente condenada./La justicia movió a mi alto arquitecto./ Hízome la divina potestad, / El saber sumo y el amor primero/ Antes de mí no fue cosa creada / Sino lo eterno y duro eternamente./ Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza.” ("Per me si va ne la città dolente,/per me si va ne l’etterno dolore,/per me si va tra la perduta gente./Giustizia mosse il mio alto fattore;/fecemi la divina podestate,/la somma sapïenza e ’l primo amore./Dinanzi a me non fuor cose create/se non etterne, e io etterno duro./Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate". ) - Dante Alighieri, La Divina Comedia, Inferno: Canto III


Si quieres una República (16.02.2006)
(Las treinta y tres columnas)


Por Pablo López Herrera (*)

Si vis pacem, para bellum. Si quieres la paz, decían los antiguos, prepárate para la guerra.

Si quieres una republica y paz, la tranquilidad del orden (tranquilitas ordinis), tendrás que construirla tu mismo, porque nadie vendrá a hacerlo por ti.

La elección de hoy es entre una sociedad al servicio de una oligarquía política que te lleva adonde y como le da la gana, financiada con tus impuestos, o una sociedad al servicio de las personas.

La gran batalla es entre aquellos que piensan, desde Sócrates y Platón en adelante, que la sociedad es como un cuadro donde los colores y los materiales están puestos en función de un conjunto congelado e inmóvil, como para una pintura o un edificio; y aquellos que pensamos, desde Aristóteles en adelante, que el bien de la Republica el bien de aquellos que la componen, y que solo se logra el verdadero Bien Social a partir del Bien Individual y de la virtud personal y cívica.

De los primeros nació esta oligarquía política, absolutista, dirigista y demagógica. De los segundos la verdadera Republica, democrática y formada por ciudadanos libres, cuando la hubo.

Déjame decirte que la Argentina que sueño, es un país donde...

... se respetan las libertades individuales

... el marco de referencia ineludible de los gobiernos esta constituido por los principios de la Constitución de 1853

... los gobiernos privilegian la defensa de los derechos de las personas por encima de sus intereses

... el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial son independientes, y tienen calidad institucional, así como la Administración Publica

... el sistema electoral esta adaptado para que los ciudadanos elijan representantes que defiendan sus derechos, y no los de las oligarquías políticas

... se favorece y alienta la libre participación de los ciudadanos en el interior de los partidos políticos

... la población está bien representada por las autoridades electas

... las provincias poseen verdadera autonomía política

... el sistema económico está orientado a la creación de riqueza

... el sector privado es libre para ejercer la industria y el comercio

... la economía esta orientada a un desarrollo económico sólido y sustentable, y las políticas oficiales apuntan a mantenerlo

... nuestra moneda local constituye un medio de pago aceptado para todas las transacciones comerciales y sirve como reserva de valor

... estamos en condiciones de atraer las inversiones externas y los ahorros de los propios argentinos del exterior

... el sistema impositivo es equitativo

... recibimos en servicios públicos por el valor de nuestros impuestos

... geográficamente, la captación de impuestos y la distribución del gasto son justas y equilibradas

... el gobierno defiende hacia el exterior los intereses del país con eficiencia

... estamos alineados internacionalmente con los países que encaran la seguridad global con fines democráticos, y respetan en su interior los derechos individuales

... nuestro sistema de defensa está perfectamente adaptado a las necesidades y las Fuerzas Armadas son valoradas

... la sociedad está imbuida de los valores tradicionales republicanos

... se valoran y privilegian las conductas virtuosas

... las políticas son eficientes en cuanto a la satisfacción de las necesidades socio-económicas de los habitantes que tienen mayores dificultades

... las políticas sanitarias sirven para mejorar constante y paulatinamente la salud de los habitantes

... las políticas educativas producen alumnos cada vez mejor preparados para enfrentar el mundo laboral

... el Poder Judicial actúa como garante del libre ejercicio de los derechos individuales y del cumplimiento de los contratos

... la seguridad de los ciudadanos esta protegida de un modo razonable y satisfactorio

... las políticas y acción del estado, particularmente las referidas a la educación y al sistema de salud, respetan el deber y la voluntad de los padres respecto a sus hijos

... tanto el que quiere contratar como el que necesita trabajo pueden pactar libremente las condiciones laborales

... la actividad periodística es independiente y libre

... los gobiernos y organismos públicos son transparentes en su gestión

... hay suficiente lugar para el desarrollo y la expresión cultural y del pensamiento en un marco general de apertura, respeto y tolerancia

... la práctica de la religión puede realizarse de un modo libre y sin interferencias ni presiones del estado

... la preservación del medio ambiente esta integrada a las conductas y a la legislación.

Estos conceptos -enunciados solamente por la brevedad del texto- son las treinta y tres columnas sobre las que se basa una Republica que merezca el nombre de tal.

Treinta y tres columnas que los argentinos tenemos que reconstruir...

Y para hacerlo, hacen falta arquitectos, capataces y obreros.

Si aceptas el llamado, en el lugar en que estés, en el área de tu interés, pon manos a la obra que estamos en tiempo de descuento...

¡Ay de mí si no lo hiciera! ¡Ay de ti si no lo hicieras! ¡Ay de nosotros si no lo hiciéramos!

(*) Miembro del Consejo Consultivo de Atlas-1853. Autor de "Liderazgo: el arte de la alineación y del esfuerzo"





La plaza del 25, nuevas reglas del juego (22.05.2006)

Por Pablo López Herrera (*)

Con un espíritu sanamente crítico y constructivo, hay un cúmulo de razones por las que la sociedad ilustrada debería –como mínimo- abstenerse de concurrir a la histórica Plaza de Mayo, y reflexionar acerca de lo que significa "esta" plaza.

Hizo referencia el presidente varias veces el fin de semana en una entrevista a la famosa "gobernabilidad".

Es cierto que su manejo del poder le hace posible conducir a un país por un lado pacífico y por el otro indócil, poco amigo de las normas y terriblemente individualista.

Lo cierto es que hay autoridad presidencial. Piense el lector en las razones por las que Duhalde se decidió a acelerar la entrega del poder a quién fuera y tendrá que convenir que sin esa fuerte autoridad estaríamos ya hace tiempo en el desbande nacional. Esto es justo atribuírselo al presidente, con largo desarrollo y ejercicio del poder en su provincia.

Ahora bien: esa gobernabilidad es comprada, del mismo modo en que lo fue para Menem y para Duhalde. Reduzca el gobierno algunas "canillas" y verá pronto como se le da vuelta la taba. Decía La Bruyère que el esclavo –por lo menos- tiene un solo dueño. Un ambicioso, como nuestro presidente, tiene tantos dueños como los que son necesarios para mantener su fortuna. Y estos son demasiados para que su fortuna, que en el tema que nos ocupa es la nuestra, sea eterna.

En lo económico, la actividad y el crecimiento dependen de una economía internacional favorable, y de una demanda interna sostenida por la liquidez y por la falta de alternativas de inversión y ahorro.

Por otra parte, la "estabilidad y consistencia macroeconómica" en realidad consisten en un equilibrio inestable. La inestabilidad está originada en el gasto público creciente a un ritmo que duplica a la inflación, en un superávit fiscal decreciente y en una balanza comercial positiva pero también decreciente y –el factor aleatorio- el manejo de la tasa en los Estados Unidos que mueve los capitales y en algún momento puede señalarles una vez más el camino de la "puerta 12". Que la mecha sea larga no significa que al final no esté la bomba...

Pero convendrá mucho más dedicar la jornada patria a quienes todavía piensan por si mismos, a meditar sobre la sistemática destrucción del orden constitucional instituido por nuestros padres fundadores, tal como está siendo ejecutada por el gobierno, y sus adláteres e inspiradores, porque lo que pasará el 25 en la Plaza de Mayo, es la oficialización de las nuevas reglas del juego que rigen en nuestro país.

Y el "cambio del paradigma político" en nuestro país es que la posibilidad de cambiar rumbos por la vía electoral, además de deberse a la falta de liderazgos ejemplificadores a la altura de los desafíos, está siendo bloqueada sistemáticamente mediante la transformación de las formas de organización y conducción de la sociedad, y muchos parece que no nos damos cuenta.

El gobierno lleva al cabo esta transformación a través de –por lo menos- cuarenta y cinco líneas de acción, que constituyen las razones que esgrimo para no concurrir a la plaza, y que enumero a continuación:

Recreación de un nacionalsocialismo "a la criolla" como sistema de gobierno
Desprecio y grosería diplomática innecesarios por el jefe de estado
Aislamiento internacional creciente y desinserción del mundo occidental desarrollado
Concentración hegemónica del poder público mediante el uso y abuso de los decretos de necesidad y urgencia - sin ratificación por el congreso-, de la distribución de la coparticipación federal, y de las facultades otorgadas por el congreso al jefe de gabinete para facilitar la manipulación presupuestaria
Transformación del sistema político para monopolización del poder y desarrollo espurio de "movimientos sociales" clientelistas y "mercenarios", financiados con dinero publico
Manipulación de políticos y empresarios por "cooptación" o por abuso de autoridad
Combate sistemático y sibilino a la libertad de expresión
Vuelta del movimiento peronista de la década de los 40, disfrazada de ""pluralismo kirchnerista"
Estrategia sistemática de confrontación injusta e innecesaria y manía persecutoria contra todo lo que constituya una contrariedad para el gobierno
Reinstalación y utilización del resentimiento, del invento de enemigos y del odio como elementos de creación de "tensiones dinámicas" que hacen arrinconan a la mínima oposición y silencian aún más a la "mayoría silenciosa"
Presión pública de las empresas y culpabilización sistemática a través de los diversos "atriles" y utilizando el amedrentamiento y el matonismo comprado
Concentración hegemónica del poder: decretos necesidad y urgencia
Utilización del congreso como "escribanía del gobierno" para oficializar decisiones del gobierno
Aumento del gasto del estado a un ritmo superior a la inflación y a la evolución de la recaudación
Deformación de las reglas para un sano comercio internacional
Destrucción de la libertad de comercio mediante el matonismo, la invasión ilegal e indebida en la cadena de precios costos y rentabilidad de las empresas y sectores (ej.: carnes, granos, combustibles, cadenas de distribución)
Economía en negro (producción, comercio y trabajo)
Mercado capitales "elemental y dependiente"
Desincentivación de inversiones privadas necesarias para el crecimiento
Mercado financiero reducido y deformado por la captación por parte del gobierno mediante bancos públicos y el banco central de los ahorros y fondos excedentes del sistema
Utilización de una devaluación calculada de la moneda nacional para licuar obligaciones del estado y para favorecer salarios reales bajos
Tipo de cambio manipulado y reservas compradas con emisión y deuda creciente
Estafa selectiva a acreedores de la deuda pública
Desarrollo de un empresariado dependiente de los subsidios estatales
Aumento indebido e ineficiente de la participación del estado a costa del sector privado
Apoderamiento por parte del gobierno de la renta nacional mediante retenciones, impuestos excesivos y deformantes, y manipulación de la ejecución presupuestaria
Apoderamiento paulatino de los servicios públicos mediante cambio de las reglas del juego y presión indebida
Manipulación y deformación del sistema de formación de precios
Manejo por lo menos dudoso y cartelizado de la obra pública
Subvenciones cuestionables al sistema de transportes
Poder judicial dependiente por un Consejo de la Magistratura "controlado" y Corte Suprema ideologizada y garantista
Destrucción ¿final? de las Fuerzas Armadas con la humillación incluida de sus integrantes, retirados y en actividad
Persecución legal de quienes lucharon contra la subversión, algunos de cuyos integrantes forman parte de la "corte" kirchnerista
Seguridad para los delincuentes e inseguridad para los habitantes civilizados
Decadencia moral favorecida con la subvención económica a actividades culturales decadentes
Falta de rendición transparente de los "fondos de Santa Cruz"
Desigualdad creciente
Asistencialismo social con criterio clientelista
Recreación de la "patria sindical"
Favorecimiento de un marco legal atentatorio a la libertad de trabajo y de contratación
Falta de política de preservación del medio ambiente
Manejo arbitrario, ideologizado y clientelar de la pauta publicitaria del estado
Sustitución de la debida rendición de cuentas y comunicación de las actividades del estado por una sistemática propaganda y un sistema de desinformación
Intromisión en el derecho de los padres a educar a sus hijos con sus criterios por el sesgo ideológico de la educación publica y por la transformación de la familia mediante la implementación forzosa de la cultura de "géneros" con todas sus connotaciones
Ataques descarados al derecho a la vida a través de "políticas de salud" introducidas subrepticiamente

Todas estas actividades transforman paulatinamente a la sociedad organizada, y nos deberían inducir a quienes queremos y creemos en otra cosa a volver a analizar nuestros paradigmas tradicionales, y a pensar sobre las causas necesarias y suficientes para hacer un país mas cercano al que fundaron nuestros padres fundadores, y sobre el nuevo tipo de liderazgo que tendremos que desarrollar en nosotros mismos y en quienes nos sucederán, mucho más operativo que el actual.

(*) Miembro del Comité Consultivo de Atlas-1853. Autor de "Liderazgo: el arte de la alineación y del esfuerzo".





El Líbano, los setenta y el pingüino-pitón...(14.08.2006)

Por Pablo López Herrera

El Líbano, estado que fue multicultural y multiconfesional, constituye un ejemplo cercano en el tiempo y lejano en la distancia al mismo tiempo como para poder hacer algunas reflexiones
que sirvan para repensar sin apasionamiento nuestros inacabados "setenta"...

El Líbano es una nación en la que un mini "estado" terrorista, con apoyo y redes en el exterior –concretamente en Irán y Siria- se ha convertido en el dueño por su existencia, poder y permanencia, de toda la nación libanesa.

Hoy resulta impensable su control y desarme por la propia nación libanesa, que se ve obligada a bailar con la música que al terrorismo islámico shiita se le ocurra poner. A riesgo de su supervivencia como nación, que poco a poco fue perdiendo su identidad.

¿Cómo logró el Hezbollah convertirse en dueño de la situación en el país?

Por un lado, generaron un consenso sobre su derecho a participar en el sistema legal en un pié de igualdad con los partidos democráticos, que hoy nadie discute.

Por el otro, han consolidado una fuerza integrada a la vida "institucional" -brazo político- que ya forma parte del sistema político legal más un segunda rama clandestina -brazo armado- que hizo pié en la geografía del Líbano y que ya en 1983 cometía atentados. Desde hace quince años hostigan Israel y a las poblaciones civiles en ambos lados de la frontera.

Se convirtió así el terrorismo islámico shiita en un poder bifronte, imposible de ser desalojado, al no existir ni un consenso en el país que quiera hacerlo, ni una fuerza armada interior para dominarlo o eliminarlo. Tampoco parece haber en el Líbano otra "inteligencia de poder" equivalente.

En síntesis, los chiitas tuvieron "inteligencia de poder", inserción en el sistema legal, y guerra urbana desestabilizadora interna primero (la "inserción" siria no fue pacifica) y luego abierta hacia Israel (primero con agresión guerrillera liviana, y con ataque misilístico al final).

Esto nos habla de ciclos históricos largos, y de que la política interna del país esta fuertemente condicionada a su contexto externo. No hay política interna sin política exterior. Y cuando el contexto externo se polariza, el interno también.

El ejemplo libanés nos sirve para reflexionar breve y someramente acerca de nuestros últimos cuarenta años.

En la década de los sesenta los movimientos subversivos con apoyo y redes en el exterior –concretamente en URSS y Cuba- se insertaron con fuerza en el peronismo –y en el radicalismo en menor grado- y generaron un consenso moral sobre la "legitimidad" de su existencia y reclamos montándose en un antiamericanismo y en una "tercera posición" (edulcoración del socialismo extremo).

En el marco de la guerra fría, la entonces comunista Unión Soviética a través de su red de superficie o encubierta sirvió de escuela teórica y de apoyo practico –Cuba y Fidel mediante- para el desarrollo de organizaciones legales e ilegales, que trabajaron –guerrilla urbana mediante- en paralelo hacia un mismo fin: la llegada al poder de gobiernos de "liberación" ...

Y así llegaron al poder institucional insertos –o infiltrados- en el peronismo en 1973 con Cámpora. Y continuaron en paralelo con la lucha armada para llegar al poder total, que no consiguieron. En el seno del propio peronismo se generó en las sombras el anticuerpo de la triple A, y el poder institucional –cuando
percibió que hacían falta medios más contundentes- decretó la aniquilación de los subversivos, con las debidas reglamentaciones operativas que han salido a la luz –por mas que muchos se hagan sordos ciegos y mudos- y que daban el marco normativo a una lucha que fue una guerra interna hecha y derecha.

Y la nación venció a la subversión... pero no existió "la inteligencia de poder" que tuvieron los extremistas, que consideran que la política, al revés de Von Clausewitz, es la continuación de la guerra por otros métodos ... y siguen pensando que el poder se construye con "consenso moral"; y con medios materiales, físicos, coercitivos, legales o no, que transformen poco a poco la realidad en aquello que "la inteligencia de poder" ha determinado.

De modo que aquí también, nuestros "chiitas" locales también tuvieron como en el Líbano, "inteligencia de poder", inserción en el sistema legal, y guerra urbana interna. Y como André Gluksmann cita a Von Clausewitz , finalmente el agresor termina siendo "no el que lanza la guerra sino el que detiene la agresión"... y como en el Líbano para la extrema izquierda Israel es forzosamente el culpable, aquí lo fueron las fuerzas armadas.

Nos diferencia que en América Latina somos más pacíficos que en el Medio
Oriente, particularmente en el marco geográfico más cercano. Aunque no puedo dejar de pensar que guerras hubo también en nuestro sub-continente...

Pero pensando en los ciclos históricos largos, y en que la política interna de nuestro país esta también fuertemente condicionada al contexto externo, no puedo dejar de advertir que el antiamericanismo sigue siendo alimentado desde el poder, y el circo montado en la facultad de derecho en Buenos Aires primero con Fidel, el que luego se montó en Mar del Plata con Chávez -en el que hubo presencia oficial- y finalmente el de Córdoba con ambos dictadores en el rol central, son ejemplos de lo que afirmo.

También advierto que así como se "desmontó" el sistema defensivo local libanés, a punto de convertirse en extensión del "chiísmo" de iraníes y sirios (hay quienes hablan de un "pan-chiismo" como objetivo político en la región), nuestras fuerzas armadas también están siendo "desarmadas" prolijamente, desde el punto de vista moral y material, pese a que son anteriores "a la patria misma" tanto desde el punto de vista histórico, como causal: sin defensa calificada, no hay patria sustentable operativamente.

Se está forzando en ellas una alineación obligatoria con una interpretación marxista de la historia de los últimos años, aprovechándose que en
democracia, las fuerzas armadas están sometidas a un jefe natural, el presidente de la nación, que "no ha venido para dejar sus ideales fuera de la casa rosada" como el mismo lo afirmara. También se ha eliminado la posibilidad de que las fuerzas hagan inteligencia interna, sabiendo que los conflictos internacionales tienen extensiones en el interior de los países, y que todos los países desarrollados tienen como parte de sus fuerzas armadas no solo la inteligencia, sino los servicios de espionaje, que constituyen también parte de dichas fuerzas, aunque sea como organismos especiales, por su misma naturaleza de alta discreción. Quizás quitarles esta función implica que consideran que nuestras fuerzas armadas son –por definición- parte del enemigo...

Y agregada a este último punto, está la eliminación de la formación y entrenamiento en la lucha contra la guerrilla urbana. ¿Y qué objetivo podría tener esta acción que no fuera el de dejar el campo orégano para una –Dios no lo quiera así- posible acción futura de extremistas?

En este marco veo a un pingüino – pitón ... Y elijo a la serpiente como imagen, porque esta ejerce una fascinación sobre sus víctimas, llegando algunas variedades a inmovilizarlas con el influjo de su sola presencia.

¡Cuantos argentinos viven hoy hechizados, inmovilizados anímicamente, proyectando sus vidas como si la serpiente oficial fuera un dios y no hubiera que generar alternativas de poder!

Al principio, nos acostumbramos a su presencia. Y de un modo casi imperceptible, el "perro muerto" que algunos paseaban en una –ya lejana- campaña electoral, se transformó en pitón. Una pitón resbaladiza, que nos ha ido hechizando con un "consenso social" sustentado en la "imagen positiva"; ha ido rodeando y apretando a los actores del sistema político. Y que continúa apretando cada vez más. Y "retenciones móviles y dinámicas a su antojo" mediante, se sirve del dinero de quienes producen para alimentarse y alimentar a los herederos intelectuales de los perdedores de la guerra.

Entremezclados en el poder, los herederos de las organizaciones de superficie vencidas en los setenta, van por más cada día. Y hoy se apoyan en el consenso social del gobierno de turno, en el poder de la caja, y en "la inteligencia de poder" a la que nadie prestó atención. Y están haciendo un trabajo doble. Por un lado han debilitado a las fuerzas armadas tradicionales. Lo que queda de ellas y las nuevas camadas se van adoctrinando al estilo Chávez (¿para que va a ser necesaria aquí otra guerrilla si con la "limpieza étnica" de las fuerzas armadas obtienen la fuerza, y la legitimidad de su uso, con el fin que deseen?).

Gracias a Dios no estamos aquí, como sí lo está el Líbano, en un escenario mas amplio de luchas regionales. Sólo por eso no tenemos lucha armada aquí. Porque no la necesitan, por ahora... Si la llegaran a necesitar, ya no tendríamos con que defendernos.

¿Terminará de ahogarnos la pitón, o surgirá de algún modo, en algún momento alguna alternativa de poder? Si no surge, solo quedará la sumisión, como estuvieron sometidos los hebreos a los egipcios, o la fuga, o el martirio.
Si la situación se polariza y la resistencia legítima en algún momento no es posible, solo quedará el martirio.

Si no enfrentemos la realidad, saliendo del hechizo, la pitón podrá terminar con nosotros, o quienes la sucedan. No olvidemos que los ciclos históricos abarcan tiempos mas largos, y que el problema no es el presidente sino la "estrategia de poder" de quienes, en las sombras, vencidos sus militantes por las armas, dan contenido a las políticas de gobierno. Y una estrategia de poder, va mucho más allá que un programa electoral, o una alianza para "defender las instituciones".





Kirchner: ¿concepción militar de la política? 21-ago-2006

(es el poder estúpidos...)


por Pablo López Herrera

La guerra no ha abandonado nunca nuestro horizonte.
Ella es –como dice Tucídides– una enfermedad crónica
en la que debemos fijar nuestra mirada.
(Entrevista a André Glucksmannn 14-02-2004)


Para Kirchner, y su "inteligencia de poder" conformada por marxistas y gramscianos, las teorías militares sobre enemigos y aliados, teatro de operaciones, victoria y derrota, estrategia y táctica, etc., no parecen desconocidas. Lo muestran a cada paso que dan hacia la hegemonía total.

En efecto, la "maquina de construcción de poder" que maneja hoy el gobierno, parece reflejar un modo de análisis "militar" acerca de cómo poner la relación de fuerzas a favor de si mismo y de sus "compañeros de ruta". (1)

La izquierda marxista y el peronismo fueron aliados en la guerra revolucionaria librada para recuperar el poder perdido en 1955. La famosa correspondencia de Perón con Cooke es significativa al respecto. Y así, la lucha fue política, pero también militar en las décadas del los sesenta y de los setenta.

Cuando llegaron al gobierno en 1973 estaban mezcladas la derecha peronista y la izquierda marxista. Recién cuando "el viejo" constató que la convivencia no era ya posible y que la "juventud maravillosa", en su concepción hegemónica de poder, terminaría yendo por el y sus próximos, echó simbólicamente de la plaza de Mayo a los marxistas y "marcó como con una tiza en el pavimento" la división con quienes nunca dejaron de considerar a la lucha como lucha militar. Y así fue como surgió luego la orden de aniquilamiento. Y así fue como los grupos subversivos, vencidos que fueron, se volvieron a mezclar en la vida civil entre los vencedores para trabajar al modo "gramsciano" como termitas destructoras de lo que quedaba de un orden adverso al que exigía su modelo.

Y a partir de ese momento, para los que se salvaron -muchos de ellos fueron los instigadores ideológicos del enfrentamiento y aun pululan entre nosotros- la política significó y significa, implicó e implica, la continuación de la guerra por otros medios, en una inversión de términos de la clásica definición de guerra.

Estas realidades históricas justifican la necesidad del análisis de la política con un razonamiento militar, por lo menos para entender lo que pasó y lo que está pasando actualmente.

En este esquema, para nuestros "hermanos-lobos", no los mismos del santo
-aquellos no estaban disfrazados de corderos-, el "teatro de operaciones" abarca todos los aspectos de la actividad humana.

No tan solo procuran y detentan la ocupación del poder en los términos del tiempo que delimitan las normas constitucionales, que rigen la permanencia a cargo del poder ejecutivo, corregido y aumentado reelecciones mediante.

Quieren además que su concepción del hombre y del mundo, vencida por las armas, vaya tomando desde el interior una cantidad de áreas que va transformando al país en su esencia en algo completamente diferente de lo querido en el espíritu y la letra de nuestra Constitución de 1853. Lo ha expresado con claridad desde el marxismo Martha Harnecker hace muchos años ya. Y hoy con Kirchner lo están haciendo.

La superficialidad y el "behaviorismo" de muchos análisis que realizan los pensadores políticos sobre un mundo cada vez mas complejo, en lugar de ayudar, forman –involuntariamente- parte del problema. En efecto: al mirar la realidad política como una sucesión de "alternancias de poder", dejando de lado muchas de las variables que manejan quienes hacen "política real", no ven las transformaciones de fondo que se están operando, que van mucho mas allá de las concepciones de república y democracia, y mucho mas allá de "ciclos eleccionarios" en los que el eje del análisis lo constituyen las campañas y los candidatos. Limitan de algún modo su espacio de análisis. Se limitan al de las construcciones de poder al modo "republicano y democrático" pero que no es el único. Por lo menos, para quienes "república y democracia" tienen un significado mas de medio que de fines.

Del clásico "Arte de la guerra" de Sun Tsu extraigo algunos "razonamientos" que ayuden a interpretar lo que quiero significar con la "concepción militar de la política" de nuestro gobernante de turno.

Un factor clave en el arte de la guerra es el factor moral, o el acuerdo tácito entre pueblo y gobernante: las encuestas muestran que parece haber apoyo de la población en general al gobierno actual, o por lo menos no parece existir el mismo apoyo a ninguna alternativa visible. El hábil manejo mediático de los temas tiene una influencia decisiva en nuestra "mediocracia". Y el mantenimiento de una elevada imagen del gobierno es una obsesión presidencial.

Al enemigo hay que tomarlo integro e intacto, ya que se trata mas de capturarlo que de destruirlo, la inteligencia está en imponer la propia voluntad e impedir que la del enemigo se imponga: en un par de años, Kirchner ha tomado las tropas de quien fuera su principal aliado y enemigo político, Duhalde, que paradójicamente le sirvió en bandeja de plata el poder dividiendo a las propias fuerzas del peronismo en mayoría y primera minoría. Hasta ahora se fue sacando del medio a quien quiera modificar una coma de su voluntad. Y nadie se anima en los alrededores a imponerse. Esto no significa que no la cambie, pero casi siempre prevalece su voluntad. Parecería obtener aquí un placer morboso, digno de un estudio psicológico. Y al enemigo categorizado como "neoliberalismo" se lo tiene arrinconado contra las cuerdas al martillar continuamente que es el responsable de todos nuestros males... particularmente desde el último gobierno militar. Curiosamente, el que surgió de la lucha contra la guerrilla. Poner preso a Martínez de Hoz, significaría en este esquema un "ejemplo demostración" de lo que le podría pasar a economistas y empresarios de la misma línea.

La victoria y la paz se logran frustrando los planes del enemigo, impidiendo la unión de sus fuerzas, aislándolo, manteniendo confrontaciones aquí y allá más que "sitiando" ciudadelas amuralladas que desgastan y hacen perder tiempo y agilidad al que las ataca: hasta el momento, la oposición no ha "querido, sabido o podido" plantear un plan o estrategia de poder dignos de ese nombre. Y es hostigada permanentemente. Solo le caben discursos generales generalmente a partir de la misma actividad del gobierno. Se hacen cuestionamientos a su gestión pero son "combates" dispersos en los que la iniciativa casi siempre la tiene el poder.

La principal habilidad ofensiva consiste en que el enemigo no sepa que defender y la principal defensiva en que el enemigo no sepa que atacar. Así se mantiene la unidad de fuerzas y se mantienen divididas las del enemigo y se puede utilizar al propio numero para luchar "muchos contra pocos" en cada ocasión.

A partir de lo mencionado en el punto anterior, no hay sino ideas generales que la oposición parezca querer defender . Pero precisiones, o no hay, o no se las muestra. La eficacia en la gestión, o hacer lo que hacen los países a los que les va bien, no son banderas políticas. Y el intento de "Foro por la Republica" es otro ejemplo de vaguedad. Sin embargo no es porque porqué falte porqué luchar ni porqué falte que defender. Pero es necesario tener convicciones, y el coraje de las convicciones.

Tanto el modo de plantear la lucha política por el gobierno como la falta de una visión integral por parte de la oposición dejan el campo defendido por el gobierno libre de ataque significativos. Un tema tan simple y sensible como la seguridad -siempre en primero o segundo lugar en las inquietudes de los ciudadanos- y tan difícil de defender por el gobierno, luego de una eficiente concentración cuando el caso Blumberg, se desvaneció luego que el ingeniero entrara en contacto mas estrecho con el gobierno actuando aquel como el buen ciudadano con el leal gobernante. Y el resto del arco político, recién ahora está tomando al tema como propio. ¿Cuánto tiempo se perdió? ¿Se logrará recuperar?

Como recurso conviene llevar las propias armas, y tomar todo el forraje y el alimento del enemigo. Y con los recursos obtenidos, alimentar las propias fuerzas y utilizar el botín como incentivo: con los fondos de Santa Cruz –en un sentido amplio- Kirchner llegó a presidente. Con los fondos de las retenciones –arbitrarias y flexibles- mas el impuesto al cheque, Kirchner logra por cierto tiempo más alimentar sus fuerzas y manejar "el botín como incentivo". Y a través de una férrea disciplina, y una "caja" centralizada y manejada con un criterio de servicio al proyecto de poder del gobierno, se ha ido realizando de un modo cada vez mas centralizado esta unidad de fuerzas, que no solo se aplica en el campo electoral, sino en la ausencia de gabinete digno de tal nombre, y en un poder legislativo totalmente funcional con respecto al mismo proyecto.

En maniobras, actuar como el agua que no tiene una forma constante sino que modela su curso según el terreno en que se desliza, que ataca lo débil y evita lo fuerte; elaborando cada victoria según el tipo de enemigo y modificando las tácticas según el oponente: resulta difícil –aunque cada vez menos- definir en términos utilizables políticamente –mas allá de su voluntad de poder- hasta que punto pretende llegar Kirchner en la implementación de las ideas que "no pensamos dejar afuera de la casa de gobierno" y que aplaude, apoya y aplica con entusiasmo la izquierda marxista y gramsciana.

Se podría extender y profundizar el análisis, lo que excede al propósito de estas líneas. Napoleón aplicó al extremo el mismo tipo de razonamiento militar que intento describir aplicado al poder. Decía que "mi poder esta basado en mi gloria, y mi gloria en las victorias que he logrado. Mi poder caería si yo no le diera como sustento mas gloria y nuevas victorias. La conquista me hace lo que soy; solo la conquista me puede mantener."

En pequeño, Kirchner utiliza el mismo tipo de razonamiento. Y sus compañeros de ruta están encaramados al mismo proyecto. Y si "fracasa" Kirchner, saltarán rápidamente del barco, y en una sociedad casi inerme intentarán otra vez el asalto al poder, por cualquier medio. Por eso es necesario desarrollar una estrategia de poder que sea sobre todo realista.

Cuando el financista y socio del gobierno Chávez (militar de alma y cuerpo) proclama "socialismo o muerte" o "socialismo o barbarie" como banderas para América Latina, ¿no plantea una concepción militar de la política?.(2)

¿Como responder al desafío desde el republicanismo y la democracia?. Gluksmann, en la misma entrevista citada al principio se pregunta refiriéndose a Estados Unidos y Europa enfrentados a desafíos inéditos: "¿Qué armas de defensa le quedan a una sociedad?". Y se contesta: "En ocasiones, tendrá que ser policiales, en otras, militares (...), pero lo esencial de la batalla está en las cabezas de todos los ciudadanos."

Los desafíos políticos de nuestra época adquieren día a día mayor complejidad.

Aristóteles describía a las desviaciones de las tres formas clásicas de gobierno como la monarquía, la aristocracia y la democracia diciendo que: "La tiranía es una monarquía que solo tiene por fin el interés del monarca; la oligarquía tiene en cuenta tan sólo el interés de los ricos; y la demagogia, el de los pobres." ¿Cómo definiría ahora a un gobierno que persigue "ad-nauseam" el interés del monarca, el de los ricos, y el de los pobres sin buscar la forma adecuada ni el sano equilibrio?. ¿Tiranoligarquigogia? (En eso estamos en estas latitudes querido Aristóteles).

El Mariscal Foch, juzgaba que Napoleón se había olvidado "que un hombre no puede ser Dios, que por encima del individuo está la nación, y sobre los hombres, la ley moral: se olvidó de que la guerra no es el fin mas alto, porque la paz está por encima."

Para un republicano y demócrata como quien escribe estas líneas, las palabras de Foch representan al mismo tiempo un paradigma y una fuente de sensatez, puesto que –de lo que se trata- es de fijar el sentido del poder para una sociedad civilizada, salvando las distancias y sin pretender hacer apología de la violencia ni caer en tremendismos. La reflexión profunda debe preceder a la acción eficaz.


(1) "Las cosas se definen en general por los actos que realizan" (Aristóteles, Política)
(2) "Nada hay tan monstruoso como la injusticia armada" (op.cit.)


Como superar los miedos argentinos

(un Walesa ahí, a la derecha ...)


por Pablo López Herrera


De lo que tengo miedo es de tu miedo. William Shakespeare


En días de angustias, temores e inseguridades (que incluyen la marcha del 31 pero van mucho más allá) conviene detenerse unos instantes a reflexionar en el ejemplo polaco, y en Walesa, un Hombre Común que no tuvo miedo. (1)

Las condiciones en que se desenvuelve la lucha política en nuestro país, nos muestran dinero y aparatos que manipulan a la sociedad para obtener sólo mas dinero y poder. La cantidad prevalece sobre la calidad, y el éxito sobre el bien común. Pero el fin de la política, mas allá del éxito, es el bien común. Y este debe guiar nuestra reflexión.

¿Qué podemos aprender de los polacos en su lucha contra una de las mas feroces y absolutas dictaduras de todos los tiempos? La superación del propio miedo fue sin duda un ingrediente básico. (2) Lech Walesa constituye el ejemplo contemporáneo alguien que no tuvo miedo. Un obrero, en un país comunista, que perseguido, construyó su lucha durante veinte años y revirtió una situación adversa.

Además de dominar el miedo, Walesa pudo llevar a cabo la transformación de su país basándose en la solidaridad como “base de relaciones entre los hombres", "durante el siglo XX se pensaba que el hombre fue muchas veces como un lobo para el hombre y aplicaba leyes de lobos. Se terminó esa época. En esta de intelecto el hombre tiene que ser amigo de otro hombre y ser solidario. De esta manera podremos sobrevivir y ayudarnos unos a otros". Reemplazó al pensamiento sindical basado en la lucha de clases por otro en el que la solidaridad constituía la “materia prima”.

Aldous Huxley, nos ayuda a completar la idea al afirmar que “el amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor; también a la inteligencia, a la bondad, a todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.”

Esos dos mismos conceptos pueden inspirar nuestras luchas: la superación del miedo y la construcción de “redes de liderazgo solidarias” fundadas en valores.

Nadie en su sano juicio discutirá que la verdad, el amor, el bien y la belleza constituyen valores esenciales para la construcción de una sociedad por la que valga la pena luchar.

Decía Walesa en 2005 que "durante 20 años conseguí reunir a diez personas en Polonia para luchar contra el comunismo.” Y las palabras de Juan Pablo II "no temáis, podéis cambiar la faz de la tierra" hizo despertar a la gente y que se dejara guiar.” Y los diez iniciales se convirtieron en millones. El mismo Juan Pablo II afirmó que "para un obispo, la falta de fortaleza es el comienzo de la derrota" y "la falta más grande del apóstol es el miedo". (“hombres de poca fe, porque dudáis...”)

Construir una visión fundada en valores, y en la definición de la propia identidad: el antiguo obrero recuerda que Juan Pablo II «no nos pidió que hiciéramos una revolución, no pidió un golpe de Estado, sugirió más bien que teníamos que definirnos a nosotros mismos».

Años luego que Walesa llegara poder, el presidente Aleksander Kwasniewski que fuera antiguo ministro comunista le decía a su viejo adversario: «Hace 25 años yo no estuve del mismo lado de la barricada que usted señor presidente Walesa. Pero hoy no me cabe duda que fue su visión de Polonia la que nos condujo por el buen camino.”

Alguien dijo que : “la historia no se hace con frases, aunque éstas queden luego reflejadas en los libros. La historia se hace con hechos, con decisiones arriesgadas, con actitudes que se plasman en empresas a veces heroicas.” Aprendamos de experiencias, como la polaca, mientras estemos a tiempo. Y al terminar por lo menos podremos decir como Saulo, “he peleado hasta el fin el buen combate”. San Pablo, a la distancia, también preocupaba a la dictadura nazi: por algo Alfred Rosemberg, un ideólogo de Hitler estaba obsesionado con el Pablo de Tarso.

Sería –entre otras razones- porque San Pablo al despedirse en su carta a Timoteo, decía ya que “en los últimos tiempos sobrevendrán momentos difíciles. Porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes con sus padres, desagradecidos, impíos, incapaces de amar, implacables, calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, aventureros, obcecados, más amantes de los placeres que de Dios; y aunque harán ostentación de piedad, carecerán realmente de ella”... cualquier coincidencia con nuestro siglo XX es fruto de la casualidad ...

Los países se hacen desde adentro y las soluciones no nos vendrán desde afuera. Los Estados Unidos "tienen capacidad operativa pero suelen defender sus intereses, mientras que la ONU tiene muchas funciones pero no es operativa" seguía agregando Walesa en 2005...

Todo lo dicho en estas líneas ya lo sabemos. No pretendo ser original. Es la misma historia del hombre que se repite desde siempre. Pero las experiencias sirven, si dejamos que sirvan. Sin temor, construyamos nuestras “redes de liderazgo solidarias” y cambiemos el destino de nuestra Argentina. De eso se trata.

plopezherrera@gmail.com

(1) Para Chesterton, “no es el Hombre Excepcional el perseguido, sino el Hombre Común”.
(2) Decía Edmund Burke, que “el miedo es el más ignorante, el más injusto y el más cruel de los consejos”.


Kirchner y sus “termómetros oficiales”

Por Pablo López Herrera (*)

La mano es más rápida que la vista.

El “presidente–ministro” quiere que los precios que mide su “termómetro oficial” no le aceleren el ritmo de aumento de sueldos, porque esto impacta sobre los costos de las empresas y sobre los gastos del estado, provocando nuevos aumentos de precios y luego otra vez de sueldos. El “termómetro real”, escondido tramposamente, señala un aumento muy superior de los precios.

La diferencia entre los dos termómetros, está “disimulada” por las retenciones que obligan a vender en el país -en lugar de exportar- a precios notoriamente inferiores a los internacionales; y por los subsidios que se distribuyen para mantener algunos precios -como los del transporte- artificialmente bajos. La falta de equidad es indignante. Mientras a unos se los castiga, a otros se los premia.

Y mientras tanto, echamos a empresas que debían invertir en dólares pero solo podían cobrar en pesos devaluados, y sin ajuste. Y ahora hay que invertir -con la menor transparencia posible- para mantener el nivel de suministro de energía en el nivel que las necesidades reales de la economía requieren.

Por otra parte, el “presidente-ministro” quiere que su otro “termómetro oficial”, el de las reservas, las muestre en un nivel que le permita mantener el poder y consolidar su hegemonía, para lo cual compra dólares, emite pesos y mantiene en el “freezer” esos pesos con colocaciones de bonos y letras del banco central.

Con este monótono sistema Kirchner se hace de la caja en los dólares que le dan seguridad, y le arroja papeles al mercado papeles y el costo de los intereses a los contribuyentes.

Con un dólar sobrevaluado, el balance del banco central muestra en sus activos dólares a un tipo de cambio superior al que sería el real de equilibrio si se lo dejara flotar. Si comprara los dólares a un tipo de cambio menor, necesitaría emitir menos pesos, menos bonos y menos letras. Pero como lo que prima es el termómetro oficial de las reservas, el mayor costo que lo paguen los contribuyentes y los tenedores de títulos que nadie está seguro se pagarán algún día.

¿ Cómo termina la fiesta ?

La experiencia ha mostrado repetidas veces que este número de prestidigitación siempre termina mal en nuestro país. No está dicho que así como compra alegremente los dólares, el “presidente-ministro” los vaya a vender en caso de que el mercado quiera su recompra. Hoy a nadie le interesa comprar dólares a un tipo de cambio sobrevaluado. Y por supuesto que nadie prevé una corrida. Pero la experiencia muestra que cuando todos los que tienen pesos quieren dólares, el tipo de cambio real se escapa del control del estado.

Los precios, las tasas y el tipo de cambio siempre buscan un equilibrio.

En el mundo real, los precios no controlados o menos controlados suben a un ritmo mayor que los de “kirchnerlandia”. Las tasas, que buscan proteger el valor del dinero de la erosión, lo muestran a cada licitación de títulos del banco central. Si hubiera confianza, los fondos de Santa Cruz deberían estar aquí, lo que demuestra que ni el propio presidente cree en la eficacia del sistema económico que ha montado. Y como los precios de la Argentina real suben mas que los regulados, las tasas buscarán mantener ese nivel. Y en cierto punto, el déficit cuasi-fiscal empezará a notarse.

La trampa en la que está encerrado el gobierno es que -luego de la viveza criolla de salir del mercado internacional de capitales- necesita seguir comprando las divisas con el mismo sistema (recordar que la deuda externa total no ha disminuido).

Lo único que podría hacer para salir de la trampa, es comprar las divisas exclusivamente con el superávit fiscal, que a su vez depende de las retenciones y del impuesto al cheque. El superávit fiscal que tanto se cacarea, no es genuino. Por otra parte, en algún momento es probable que la economía frene su crecimiento, lo que disminuirá los ingresos por impuestos.

Es el mismo gobierno quien aumenta la presión de la caldera, que indefectiblemente explotará.

El “soft landing” o aterrizaje suave, no es la especialidad de nuestros políticos y dirigentes, mas entrenados en el “sálvese quien pueda”, y en la transferencia de los costos de los desastres económicos a una sociedad que los termina reflejando en pirámides de ingresos cada vez mas achatadas y en niveles de pobreza e indigencia que tienden a ser estructurales.

Para ese entonces, las pícaras y rápidas manos del prestidigitador Kirchner pertenecerán al pasado, y los problemas que muchos se empeñan en negar, conformarán un nuevo presente de convulsiones sociales y tumultos. Será un nuevo precio pagado por los argentinos a la viveza criolla.


(*) Miembro del consejo consultivo de Atlas-1853 - plopezherrera@gmail.com -




12.03.2006





AMNISTIA MORAL
SU IMPORTANCIA Y NECESIDAD
POR
FACUNDO ZUVIRIA
PARANA, JULIO DE 1854

(texto reordenado y con títulos para su lectura mas fácil,
por Pablo López Herrera,
tataranieto del autor, en el verano de 2006)



ZUVIRIA, FACUNDO (1793-1861). Nació en Salta y murió en Paraná, Entre Ríos. Jurisconsulto y presidente de la Convención Constituyente de Santa Fe.
Se graduó en derecho civil y canónico en Córdoba; en 1820 tomó parte activa en la organización política de su provincia natal; fue el primer presidente de la legislatura provincial de Salta; intentó brindar a Salta mejores colegios y el sufragio masculino universal, y organizar un ejército provincial. Como resultado de diversos ataques a su persona y del triunfo de las montoneras, se exilió en Bolivia en donde permaneció durante el gobierno de Rosas, vivió en Sucre ejerciendo el derecho, escribiendo y enseñando.Fue inspector general de las universidades allí; regresó a Salta luego de la caída de Rosas, y fue elegido representante de esta provincia al Congreso Constituyente de Santa Fe del cual fue elegido presidente.
A fines de 1852, al regresar de una comisión poco exitosa a Buenos Aires como miembro de la misión de Urquiza para tratar de persuadir a Buenos Aires a unirse a las demás provincias, Zuviría propuso que se postergaran los trámites de sanción de la Constitución hasta que Buenos Aires pudiera anticipar; este proyecto no fue aprobado.Fue miembro de la Corte Suprema. En el nuevo gobierno, con Urquiza como presidente, Zuviría fue ministro de Relaciones Exteriores, posteriormente fue ministro de Justicia e Instrucción Pública en Salta, senador nacional por Corrientes y presidente de la Corte Suprema de Paraná (1860).Publicó varias monografías: Discursos y escritos políticos, La prensa periódica, La Educación Pública: Tiranía y demagogia, y su obra más profunda: El principio religioso.
http://www.odonnell-historia.com.ar/biografias/biowz.htm
¿Por qué volver a 1854?

Pasados 25 años del ultimo enfrentamiento entre argentinos, daría la impresión que nuestra sociedad ha aprendido poco de la historia.

Parecería también que cuando se repitan circunstancias similares, se volverá otra vez a enfrentamientos cada vez mas fuertes y de consecuencias mas gravosas en vidas y daños, o caeremos en uno de esos despotismos de larguísima duración, que también conocieron los pueblos, como nos enseña la historia.

Por eso resulta pertinente la lectura de un escrito de uno de los constituyentes de 1853, a la salida de las largas y sangrientas luchas que precedieron el periodo de organización nacional, que quiso contribuir a la pacificación impulsando una amnistía.

Si uno quisiera pensar en nuestros tiempos, 150 años después, los razonamientos desplegados son aplicables. A diferencia de lo que ocurre ahora, es un alegato por una amnistía dirigido al poder vencedor en la lucha. Hoy sería un alegato a los perdedores de la guerra y vencedores de la “paz”.

En mi opinión, quienes ocupan el poder ahora tienen varias razones para no otorgar ninguna amnistía:

La primera es que para ellos, la política es la continuación de la guerra por otros medios. Por eso hacen lo que hacen.

La segunda es que siguen “dominados por los mismos odios y venganzas” -y temores- que motorizaron una subversión que fue contra un gobierno legítimo, pero que antes fue contra principios y valores. Es en este ultimo punto donde radica el secreto de su victoria. Además, “a los que odian” les resulta incompatible la generosidad y la grandeza.

La tercera es que –si como dice Zuviría- “la amnistía es un tratado honroso, a manera de tratado publico, entre dos partidos beligerantes”, aquí -donde no hay dos partidos beligerantes sino tan solo uno- debería ser un acto de magnanimidad del gobierno, que no parece haber dado ninguno en este sentido, sino por el contrario. Salvo que se pudiera imponer un “tratado honroso”, lo que no parece estar próximo.

La cuarta es que como se quiere castigar sin fundamento, en realidad lo que están manifestando es reconocer que continúan las causas que produjeron la lucha política.

Como el texto original es corrido y sin subtítulos, he organizado las ideas que me parecieron mas importantes ordenadas por tema, acompañando el texto completo original al final.
Quedan así unos cuarenta “temas”cuya riqueza es mas evidente al realizar un listado de los mismos:
· Lo importante es el bien que se pretende conseguir
· La amnistía como concepto
· Características y alcance jurídico
· El amnistiado
· La amnistía como pacto político
· ¿Qué nos dice de una sociedad el que se imparta una amnistía?
· ¿Por qué trabajar por la amnistía?
· ¿Porqué debería ocuparse el gobierno de dictar una amnistía?
· Clemencia y amnistía
· ¿Qué tipo de amnistía es necesaria?
· ¿Cuáles son las razones de una amnistía?
· ¿Cuáles son los efectos políticos de una amnistía?
· ¿Qué no es una amnistía?
· Condiciones del éxito
· Beneficios
· Toda revolución o guerra civil tiene resultados no buscados ni deseados
· Deberes del vencedor
· A los que odian, temen y son vengativos les cuesta la amnistía
· Si no quieren perdonar, por lo menos que lo sepa el pueblo
· Si hay poder y valor en los gobernantes y un orden publico estable hay que evaluar las posibilidades de el mismo pueda volver a ser alterado por los mismos
· Origen de los delitos políticos: la corrupción de la época y de la Sociedad, las ideas dominantes, la ignorancia de muchos y los sucesos antiguos.
· Diferencia entre delitos políticos y civiles
· La seguridad de la Patria exige represión y castigo, pero cesado el peligro, deben cesar las medidas.
· El castigo que causa mas mal que bien no es justo
· Si se quiere castigar sin fundamento, se reconoce que continúan las causas que produjeron la lucha política
· El gobierno debe evitar los sufrimientos de todos, si ellos son evitables
· Diferencias entre delitos políticos y civiles
· Hacer de ciudadanos útiles enemigos irritados es causa de nuevos males
· La expatriación, o la salida del sistema de los vencidos genera aun males peores
· Nada desacredita tanto una causa política como conducirla a sus extremos
· Los argentinos que se van, o que emigran interiormente porque se auto excluyen del sistema político y se encierran en si mismos, contribuyen a hacer de la Argentina un “país clásico de la anarquía y del desorden”
· La falta de una amnistía es en mengua del Gobierno: es crueldad no perdonar cuando no hay riesgo alguno
· La amnistía siempre es un medio de pacificación
· Los mediocres y los débiles se complacen en los padecimientos inútiles
· El Gobierno debe llamar a todos a vivir bajo el amparo de las mismas instituciones
· La piedad del gobernante es fuente de amor de los ciudadanos
· El velo del olvido debe ser corrido por ambas partes
· La soledad y el infortunio deben inspirar a la virtud
· El que sigue en el odio sigue teniendo culpa
· Hay que aprovechar el deseo de paz y de organización


El propósito del escrito de Zuviría

El escrito está conducido a anticipar las ideas del autor sobre la necesidad, y conveniencia de que las cámaras legislativas abran sus Augustas sesiones con una ley de amnistía

Lo importante es el bien que se pretende conseguir

· El verdadero secreto de la política está en sentir cada uno las injusticias cometidas con otros y el de la moral, en esa simpatía misteriosa que hace sentir a uno el dolor que sufren los demás.

· Lo que importa es, que el bien sea hecho; que se alivie la desgracia, que termine el infortunio, y no que la política o la moral sea anterior al bien que se apetece: el goce de la paz y orden constitucional.

No es en solo bien de unos individuos con independencia de la Sociedad.
¿Qué es la amnistía como concepto?

Es una medida de alta política, superior e independiente de la justicia ordinaria y de las leyes comunes; comprensiva de mil felices ideas y generosos sentimientos.

Es un acto que cubre con el velo de un eterno olvido los crímenes, los delitos, y los errores políticos de una masa de ciudadanos sean criminales, o equivocados en sus cálculos

Es un concepto se contrapone al de triunfo, victoria, fuerza o terror.

La amnistía compendia las palabras constitución, paz, orden, unión, fraternidad, olvido de lo pasado, progreso social, fe viva en el progreso de la Patria.
Características y alcance jurídico

la amnistía se remonta al hecho que ha servido de objeto a la inculpación
borra sus efectos y consecuencias
rige sobre el hecho político principal,
comprende los hechos o delitos accesorios cuya criminalidad destruye
aprovecha a los autores principales
comprende a los cómplices
carece de poder retroactivo
solo evita el mal de la futura pena, queda abolida la inculpación, sea antes o después de aquel
no permite a los tribunales persecución alguna
destruye el juicio, si es iniciado
destruye con el olvido toda criminalidad real o supuesta
es a favor de la persona y no del delito, que permanece con toda su fealdad después de agraciado el delincuente
se excusa de la clasificación de los crímenes, los delitos, y los errores políticos

El amnistiado

Ante los ojos de la ley es tan puro e inocente como si jamás hubiera delinquido

¿Como pacto político qué es la amnistía?

La amnistía es un tratado honroso, a manera de tratado publico, entre dos partidos beligerantes, el vencedor y el vencido, el poderoso y el débil, el feliz y el desgraciado, y envuelve el concepto de la común utilidad, del común interés entre el que la concede y (el que) la acepta.

La amnistía aunque emanada del poder y de la fuerza es a favor de la debilidad y la desgracia.

¿Qué nos dice de la sociedad en que se imparte la amnistía?

Una ley de amnistía, es el sello de un régimen constitucional bien establecido; es un articulo inherente a la paz interior y exterior de los Estados.

Esto es tan cierto que Watel dice: “que en los Tratados de Paz, aunque nada se hable de amnistía, es un articulo que se supone escrito por la naturaleza misma de la paz.”

Acredita:
el imperio de la ley y no de las pasiones
el de la opinión y no el de la fuerza
el estado de seguridad y orden en que se halla un Gobierno, y no el de oscilación, temor y duda sobre su propia existencia.
¿Por qué trabajar por la amnistía?

· Por el interés de los Pueblos,

· Por el consuelo y alivio de los desgraciados

Por la consolidación y orden publico en la Confederación Argentina

¿Porqué debería ocuparse el gobierno de dictar una amnistía?

Por el honor del mismo Gobierno
Para honrar su legislación
Por la gloria de las cámaras legislativas
Para revelar su popularidad
Para acreditar a los Pueblos, que su garantía, la del Gobierno Constitucional y la de la misma Constitución, está mas en el poder de la ley y de la opinión publica, que en el de la fuerza o el de las bayonetas, que falsean aquellos elementos sociales.
Clemencia y amnistía

Si “la clemencia, ha dicho Montesquieu, es seguida de tanto amor y tanta gloria, que casi siempre es una felicidad para los que mandan, tener ocasión de ejercerla.” ( y la clemencia solo se ejerce con pocos individuos reconocidos y declarados delincuentes por la ley ¿qué no podrá decirse de la amnistía ? )

¿De cuanta gloria no será para un Gobierno poder remediar con una sola palabra todas las injusticias que envuelve una revolución?

A todo gobierno le conviene entrar con fama de clemente. La conveniencia pasa a ser un deber en los Gobiernos populares y representativos, y mucho mas en los que han nacido del seno de las tempestades, y han debido conocer por propia experiencia, que quizá nunca han marchado por su voluntad sino a merced de las olas, que a unos ha conducido a una amena playa, a otros ha estrellado en las rocas y a muchos ha sepultado en los abismos; pero a todos, los ha llevado donde no han pensado ni quizá querido ir.

¿Qué tipo de amnistía?

· Una amnistía, leal, sincera, noble, generosa, completa, y sin otras condiciones que las de la ley común.

· Una amnistía que no parezca una conmutación de pena que destruya su objeto y favorables efectos

· Una ley en fin, que sirva de aguas de Leteo sobre todos los errores políticos, y no deje de ellos otro recuerdo que el necesario para evitar el retorno de los males que haya curado.

¿Cuáles son las razones de una amnistía?

Porque es demandada por el interés de la Sociedad y no solo de una fracción de ella.

La generosidad y la humanidad, virtudes que dan a los Pueblos, a los Gobiernos, y a los individuos, los mismos felices resultados.

¿Cuáles son los efectos políticos de una amnistía?

Es una palabra simbólica en sus conceptos y mágica en sus efectos, que hallará eco en el corazón lacerado de todos los Argentinos, de todos los hombres ilustrados y sensibles del mundo, sean cuales fueren, su Patria, sus creencias religiosas o sus opiniones.

Es la única y verdadera solución del sangriento problema de las conmociones políticas, y de las guerras civiles.

Cierra la puerta a nuevas guerras, a nuevos peligros, a nuevos temores.

Tiene el poder de cambiar el odio en amor, el temor en confianza, las turbaciones civiles en apacible concordia.

Prepara los espíritus para obtener el cambio con facilidad, cuando no lo produjese de pronto por la acritud de las pasiones individuales.

¿Qué no es una amnistía?

No es un acto de pura generosidad o humanidad

No es conmutación de pena, contraria a la esencia misma de la amnistía.

No importa un perdón, un indulto que suponiendo en los amnistiados un crimen que ellos no reconocen, los humille y los abata

No importa una gracia que no borra la criminalidad del hecho, ni la mancha de la condenación.

La gracia o el indulto se limitan al delito y persona en cuyo favor se otorgan y están siempre sujetos a condiciones y restricciones sobre el delito y los delincuentes.

Condiciones de éxito

Para que sea provechosa la amnistía se concede sin condiciones y excluye hasta la intervención pública de la policía, y no reconoce categorías entre los amnistiados, así como no las hay entre los inocentes.

Beneficios

Al solo nombré de Amnistía se dilata el corazón de todo hombre virtuoso y sensible

Esta sola idea debiera hacer mas humanos a los mas felices, mas tolerantes e indulgentes con los que se embarcaron en el mismo buque, aun cuando en alta mar la tempestad los haya separado y repartidoles distinta suerte.
Toda revolución o guerra civil tiene resultados no buscados ni deseados

En revolución no se marcha por donde se ha querido, sino por donde llevan los acontecimientos movidos por causas extrañas a la voluntad (ajenas al conocimiento y previsión) y es imposible saber ni poder detenerse en el punto que se marca al principio de la carrera.

Deberes del vencedor

Esta convicción debiera bastar para hacer mas generosos y humanos a los partidos victoriosos: para disculpar a los vencidos que en las guerras civiles solo tienen un delito, “el de haber perdido”.

Por este mismo delito habrían sido oprimidos los vencedores sin el auxilio de la fortuna o de la fuerza, independiente de la justicia o injusticia de una causa, por mas que a estas se quiera siempre atribuir el éxito de las guerras civiles.
A los que odian, temen y son vengativos les cuesta la amnistía

Al solo nombré de Amnistía se irrita el de esos seres desgraciados que viven y se alimentan de los males ajenos; que atizan los enconos y se llaman los vengadores de la cosa pública, cuando en verdad no son sino los herederos de los sangrientos despojos que dejan tras de si la discordia y guerra civil.

A esos hombres que creen honrar sus odios, sus temores y sus venganzas con los sagrados nombres de interés de la Patria, Orden publico y Seguridad del Estado, que con máximas inhumanas quieren reemplazar su falta de luces y de recursos generosos, las pasiones no les harán hallar tan justa, necesaria ni oportuna la ley que indico.

A ellos con especialidad me dirijo en el presente escrito y me felicitaré, si logro convencerlos.
Si no quieren perdonar, por lo menos que lo sepa el pueblo

Si no lo consigo porque sus pasiones sean mas elocuentes que los intereses de la justicia y de la humanidad, ilustraré al menos al pueblo, que seducido muchas veces por las sugestiones e intereses de otros, aplaude o se muestra indiferente a la persecución y desgracia de hombres que no conoce; al castigo de acciones que no es capaz de valorar, o que quizá ni se ha ocupado de examinar con la lente de la ley y menos con la de la moral y filosofía.

Si hay poder y valor en los gobernantes y un orden publico estable hay que evaluar las posibilidades de el mismo pueda volver a ser alterado por los mismos

Pero los hombres virtuosos y los Gobiernos justos y fuertes con el poder de la ley y de la opinión, pueden escuchar los consejos de la misma justicia, de la misma ley y de la generosidad inherente al poder y al valor.

Si el interés de la Patria demanda medidas vigorosas contra los que obstan a su seguridad, y a la consolidación de nacientes instituciones; esas medidas llevan el carácter de injustas y crueles cuando la estabilidad del orden publico no solo hace innecesaria su continuación, sino que reclama su cese como la mayor prueba de que ese orden publico esta afianzado en la opinión y en la ley y no podrá ser conmovido por los intereses de una decena o centena de desgraciados, que si alguna vez pudieron dañar a la causa pública quizá no fue por que su influencia alcance a tanto, sino por que auxiliados de circunstancias que ellos no crearon, ellas los arrastraron a hechos que quizá detestaban en su corazón.

Cambiadas tales circunstancias y afianzado el orden al amparo de la ley, de las instituciones y de la publica opinión, ni ellos pensarán en alterarlo, ni podrán hacerlo.

Origen de los delitos políticos: la corrupción de la época y de la Sociedad, las ideas dominantes, la ignorancia de muchos y los sucesos antiguos.

También es probable que su voluntad no los conduzca a donde antes los arrastraron acontecimientos en cuya confección no tuvieron parte alguna; porque es preciso convenir en que los delitos políticos rara vez o nunca son el resultado de la corrupción de pocos individuos, sino de la corrupción del tiempo y de la Sociedad, de las ideas dominantes, de los falsos principios, cuyo origen quizá se remonta a la generación que ya paso como las úlceras de un niño inocente son los retoños de un padre culpable. Quizá también son el resultado de la ignorancia general y de sucesos antiguos que prepararon los nuevos y en que los envolvió el torbellino de la revolución.

Si nos propusiésemos examinar la causa de esos delitos políticos, antes que hallarla en la corrupción del corazón o en la perversidad de la voluntad, nos convenceríamos que la mayor parte de esos reputados delincuentes, o no los son porque todavía nadie ha definido ni clasificado bien los delitos políticos, o fueron arrastrados a ellos por equivocaciones de calculo, por errores de opinión por un torrente al parecer Nacional, por ignorancia de los hechos; por imprevisión de sus consecuencias, por debilidad de carácter, por excesiva condescendencia, y gratitud a un bienhechor, por extrema necesidad cuya voz es mas imperiosa que la de un trueno, y no pocas veces por respeto a vínculos de familia a que no es fácil resistir.

Si examinamos con mas filosofía y humanidad el origen de esos delitos reales o supuestos, descubriríamos, que muchas veces los hombres son arrastrados a ellos por una palabra indiscreta o equivoca, por un ligero compromiso del que ya cuesta retroceder, por una imprudente ofensa al amor propio, por una relación sospechosa aunque inocente, o por esa imperceptible cadena de desgracias sucesivas y enlazadas que por medios desconocidos a nuestra débil razón sepultan muchas veces al mas virtuoso en un abismo de infortunios.

Si pues fuera grave delito ceder al impulso de tantas circunstancias, de motivos tan poderosos y de acontecimientos tan extraños
¿qué pocos quedarían inocentes en épocas de revolución en que son tan raros los que mas o menos no hayan sido victimas del vértigo general?
¿Cuantas veces una calumnia, una sospecha, un desaire real o supuesto, un descuido o una ligera desconfianza, bastan para convertir en enemigo de un Gobierno o de una causa al mas comprometido en su favor y sostén?
¿Cuántas veces la exclusión o reserva de un circulo político hacia uno o muchos individuos los arrastra a asociarse al partido o circulo contrario que los busca y los acoge?

Con razón ha dicho Thiers “que en revolución los hombres acaban por aceptar la opinión que se les atribuye.” De aquí, el principio de compromisos y aun crímenes a los que los precipita una causa sencilla que los coloco en la pendiente del mal o de la causa que había de ser desgraciada por la caída o la derrota, quizá sin otro crimen que el Vae victis, ¡ay de los vencidos!

Diferencia entre delitos políticos y civiles

Los delitos políticos a diferencia de los civiles e individuales, rara vez nacen de propio movimiento de un moderno escritor:
los estímulos casi siempre son excéntricos al individuo que los comete;
son las consecuencias de las dudas e incertidumbres que traen las épocas de transición política;
son a manera de aquellos males que afectan a muchos individuos en el cambio de las estaciones o en el tránsito de una edad a otra.

La seguridad de la Patria exige represión y castigo, pero cesado el peligro, deben cesar las medidas.

Nada de lo dicho obsta a que en seguridad de la Patria o de un orden ya establecido, se reprima y castigue a los perturbadores del orden político, porque la Sociedad en sus juicios no puede sondear las intenciones de los que la dañan, sino evitar el mal por los medios a los que la autoriza su propia conservación.

Justo es pues que se castigue o aleje de una sociedad a los que la dañen.

Pero también lo es, que cesando el peligro, cesen las medidas que dictó, porque la sola continuación de estas, importaría la de una gran parte de los males que se pretende evitar.
El castigo que causa mas mal que bien no es justo

Si el castigo es justo cuando aprovecha al individuo o a la Sociedad, deja de serlo, cuando en vez de provecho causa mal, y lo causa, en el acto que deja de ser necesario.

Toda pena solo es justificada por la necesidad, y la proscripción no es necesaria desde que a las conmociones políticas, haya sucedido el imperio de la ley en reemplazo del inconstante de las circunstancias.

“Constitución, régimen constitucional, gobierno constitucional, imperio de la ley,” y a su lado prescripciones en masa, destierros y confiscaciones sin juicio, son un contra sentido, un sarcasmo en política, y en legislación carecen de nombre, si no es el de profanación de los primeros.

Si pues, nada hay que temer, la amnistía es una ley de justicia reclamada por el honor e interés de la misma Sociedad.

Las proscripciones, los destierros, las confiscaciones, no son sino monumentos de los desórdenes pasados, horribles recuerdos de catástrofes anteriores; lavas y piedras calcinadas que recuerdan con horror el volcán que las vomitó.

Producto de causas puramente políticas y de circunstancias transitorias, nunca pueden estimarse si no como medidas de transición.

Desde que no tengan otro carácter que el de tales, deben terminar con aquellas, so pena de anular todo el valor de las palabras “Constitución, Régimen Constitucional, Poderes Constituidos,” y toda la armazón de un sistema representativo.
Si se quiere castigar sin fundamento, se reconoce que continúan las causas que produjeron la lucha política

La continuación de toda medida, indica la de la causa que la dictó, y en el orden político; este es un mal que debe evitarse sino se quiere confesar la continuación de las causas que lo produjeron. “Cuando la pena, dice Benthan, causa mas mal que bien como sucede después de las sediciones, conspiraciones y desordenes públicos, el poder de perdonar no solo es útil sino necesario y reclamado por el interés de la misma Sociedad.”

Si pues, la paz interior se halla asegurada y el régimen constitucional establecido, una ley de amnistía no puede ser retardada sin grave injusticia, sin detrimento de la causa publica y sin mengua de un gobierno fuerte por la ley y por la opinión de los pueblos que lo han proclamado.
El gobierno debe evitar los sufrimientos de todos, si ellos son evitables

Desde que un gobierno se titula el protector y garante de los derechos individuales, no puede sin grave injusticia prolongar por mucho tiempo los sufrimientos de nadie, que si alguna vez son necesarios a la causa publica, dejan de serlo desde que el genio con sus recursos y la política con los suyos, pueden suplir la necesidad de la desgracia individual.

La Confederación Argentina creo que ya no necesita de la de nadie, ni de ver correr mas sangre ni mas lagrimas de sus infortunados hijos; y esto parece que basta para que por el imperio de una ley de amnistía, ponga término a todo inútil sufrimiento, haga cesar la tempestad que pudo legitimar las prescripciones y restablezca de lleno el orden publico, la tranquilidad publica, sin las que el imperio de las demás leyes, no será tan exclusivo como debiera ser.

Diferencias entre delitos políticos y civiles

“Los delitos políticos dice un celebre jurisconsulto, difieren mucho de los civiles” Estos como de mas fácil y frecuente ejecución por la abundancia de estímulos, medios y facilidad de cometerlos, hacen mas necesario el castigo para el escarmiento y la precaución; nacen del propio movimiento o de corrupción del individuo que los comete; pueden ser clasificados y castigados con la cantidad de pena que les designan las leyes.

Las relaciones entre los individuos de una Sociedad no admiten variaciones, porque parten de un derecho inmutable, cual es el natural, y son la esencia de toda Sociedad: los hombres como tales y como ciudadanos deben respetarse en toda circunstancia, y respetar sus derechos naturales con independencia de tal o cual orden social.

De aquí resulta que la violación de estos derechos siempre será un delito que deba ser castigado; y por fortuna, hay reglas y medidas exactas para su castigo, porque pueden avaluarse los motivos y las circunstancias que influyen en él.

No así los delitos políticos que carecen de regla y medida cierta para clasificarlos; que se agravan o disminuyen según las circunstancias y casuales combinaciones, que no pudiendo ser clasificadas, no han podido ser previstas ni prevenidas por las leyes, que siendo siempre cometidos por un gran numero de individuos, es difícil designar la parte que a cada uno corresponde en el delito y en la pena – que en tal clase de delitos, los capítulos de acusación y los delincuentes son tantos y tan varios, que solo por esta razón unos y otros suelen numerarse y pesarse a vista de ojo, lo que en materia criminal no es permitido, es cruel, es horrible.

sino dígase; en un trastorno político ¿quién es el que pueda hacer la suma de acusados y delincuentes?

Castigar a todos, seria injusto, porque todo castigo que comprende a muchos alcanza a la inocencia y es reputado cruel.

Castigar a unos y no a otros, es una atroz injusticia, mucho mas si el castigo como sucede casi siempre, recae sobre la debilidad de los subalternos que obedecieron, al mismo tiempo que se respeta o se premia el crimen de las cabezas que mandaron.

También es cierto que las unas veces se castiga por sospechas o antecedentes que quizá no tienen relación alguna con el crimen; pero ni las sospechas ni las adivinanzas pueden servir para los juicios y menos para el castigo.

Por estas y otras razones que se omite aducir, es que el castigo de los delitos políticos, se estima en una jurisprudencia filosófica, mas bien como una medida de seguridad y de precaución, un aviso, una amonestación, entes que una pena impuesta a los delincuentes. Siendo pues esto así, una ley general de amnistía no puede ser retardada sin grave injusticia.

Solo la amnistía, borra los anales sangrientos de las proscripciones y apaga las vibraciones que dejan tras de sí las convulsiones políticas; solo con ella se perfecciona la paz interior de un Estado dando fin a todos los motivos de discordia.

Hacer de ciudadanos útiles enemigos irritados es causa de nuevos males

La amnistía hace ciudadanos útiles de enemigos irritados o cuando menos descontentos siempre perjudiciales al éxito de un régimen legal que debe reposar sobre la mayor suma de opinión pública.

Solo el orgullo de los vencedores puede desconocer, que cada enemigo es un barreno que poco o mucho, tarde o temprano taladra el edificio social, rara vez muy sólido en Gobiernos populares.

También es cierto que aun cuando la mayoría de la nación parezca callada en vista de muchos desgraciados, no lo está ni puede estar, porque esa mayoría modesta y silenciosa no participa de la irritación que domina al partido vencedor cuya voz se clasifica de voz de la Nación. No es así; los descontentos, los desgraciados, los perseguidos elaboran en silencio la venganza, como todos los hombres sensibles condenan una inútil crueldad.

A los delincuentes o partidos políticos caídos es mas fácil ganarlos que extinguirlos y ganarlos de cerca mas que destruirlos de lejos, puesto que a la distancia pueden usar en defensa y en ataque, de armas que no tendrían en el seno mismo de la Patria.

La expatriación, o la salida del sistema de los vencidos genera aun males peores

Cada oprimido, cada expatriado aspira a vengarse, y para hacerlo solo espera alguna de esas oportunidades, que de continuo ofrecen los nuevos Estados en que no hay un día parecido a su víspera.

Los desterrados y aun los muertos, nunca lo son del todo, porque viven sus parientes, sus amigos, los hombres compasivos, el Estado mismo que pasado el crimen se compadece de la desgracia.

Los mas de los descontentos o expatriados, aun cuando al parecer callen y repriman sus quejas durante la opresión para no agravarla; no las extinguen, sino que las fermentan en su interior como los volcanes fermentan en su seno las materias inflamables hasta que llega el momento de la combinación química y de la fatal explosión.

Colocados en el exterior a cubierto de todo ataque y fuera de los alcances de la ley patria; protegidos muchas veces por los Gobiernos vecinos que se complacen en el descrédito y riesgo de su vecino; los proscriptos minan la suya con mas poder que el que tuvieran en el seno de ella misma. Con falsas o exageradas noticias, con calumnias derramadas a torrentes, con maquinaciones y secretas inteligencias, procuran desacreditar al Gobierno que los persigue, atizando contra él, todos los combustibles que les ofrecen sus odios y venganzas asociados a los odios y venganzas extranjeras.

Quizá también los expatriados saben apresurar ese momento de explosión o de venganza mas que el celo de los Gobiernos (por) precaverlo: porque ocupados de una sola idea, fomentan el descontento en el interior de la Patria y atestiguan en el exterior, que el orden publico esta vacilando en ella, desde que se teme que unos cuantos individuos desarmados y desnudos de poder, lo alteren o conmuevan, siendo así que menos fuerza y menos poder se necesita para juzgar al presente según la ley, que para contener al ausente condenado fuera de ella.

Una larga expatriación es capaz por si sola de alterar los mas puros y nobles sentimientos del corazón. En ella los lazos domésticos y sociales se relajan; el amor, la amistad y los mas caros vínculos se hielan, y se acaba por ser extranjero y aun enemigo de su misma Patria, puesto que ella misma o su Gobierno que la Representa en sus actos, los rechaza de su seno, los persigue, los acrimina, los calumnia quizá, sin oírlos, sin juzgarlos y sin concederles otra licencia, otro derecho que el del silencio y la resignación con su suerte.

Ningún ciudadano mas virtuoso que Temistocles. Sin embargo, la obstinación con que le persiguió su ingrata Patria, lo arrastró a buscar la protección del Rey de Persia y a ofrecerle sus servicios en venganza de la misma que otra vez había salvado de las garras de este. Artaxerges le concedió el mas generoso asilo, y pidió a su Dios Arimanes que siempre inspirase a sus enemigos la idea de perder a sus mejores Generales. Quizá no haya muchos tan virtuosos como Temistocles, que llegado el caso de cumplir su oferta contra su Patria, prefirió suicidarse.

Es pues indudable, y entre nosotros confirmado por la experiencia, que una larga expatriación haciendo de ciudadanos útiles, enemigos encarnizados, es en detrimento de la causa publica, en ruina de las familias privadas de su cabeza o de sus principales apoyos; en perjuicio de la moral domestica y social, en ruina o atraso del comercio y en mengua del crédito de un Gobierno que debe aspirar a la mayor suma de felicidad para el país que preside.

Nada desacredita tanto una causa política como conducirla a sus extremos

Solo el orgullo de los vencedores cegados por el resplandor del triunfo, puede desconocer, que nada desacredita tanto una causa política como conducirla a sus extremos, y que el extremo de toda causa política esta en la persecución y venganza sobre los caídos.

Los argentinos que se van, o que emigran interiormente porque se auto excluyen del sistema político y se encierran en si mismos, contribuyen a hacer de la Argentina un “país clásico de la anarquía y del desorden”

¿Y no es esto lo que ha sucedido y sucede hace mas de cuarenta años en nuestra desgraciada Patria?

¿No es cierto que una gran parte, del resto de argentinos que ha salvado de la cuchilla fratricida, vaga errante en extranjera tierra mendigando un amargo pan, y arrastrando el descrédito y oprobio de nuestras luchas intestinas?

¿No es verdad, que viéndose en todo el Continente Americano las sucesivas oleadas de Argentinos que van a renovar las anteriores, han clasificado a nuestra querida Patria de “país clásico de la anarquía y del desorden, en reemplazo del de la gloria y de la libertad que antes se mereció?

¿No es cierto en fin, que a falta de emigración al Exterior, la mitad de nuestras Provincias está llena de emigrados de la otra mitad?
La falta de una amnistía es en mengua del Gobierno: es crueldad no perdonar cuando no hay riesgo alguno

La falta de una amnistía es en mengua del Gobierno; porque el destierro de una gran masa de ciudadanos sin previa formación de causa ni sentencia legal, da idea de su injusticia, de su arbitrariedad, de su inconsistencia y debilidad y de que le falta el apoyo de la opinión, y de las leyes: y cuando nada de eso le faltare, da idea de crueldad y complacencia en inútiles padecimientos; porque aun suponiendo que los delitos políticos debieran seguir en el castigo aunque no sea en el juicio, el mismo orden que los civiles; crueldad sería no perdonarlos cuando no hay riesgo alguno en ello como creo sucede en el presente caso de hallarse constituido el país. “El rigor dice Montesquieu, se debe emplear con los violadores de las leyes civiles. Con los de las leyes políticas, la Clemencia segura la paz del Estado. Hacia aquellos, la Clemencia es vecina de la injusticia o de la debilidad: en estos, es la virtud de las bellas almas.”

La amnistía siempre es un medio de pacificación

Los memorables y sabidos ejemplos de Pompeyo triunfando de Sertorio y el de César triunfando de aquel, no debieran borrarse de la memoria de los vencedores colocados en iguales circunstancias.

Tampoco debieran olvidar, que desde la mas remota antigüedad en que aun no había sonado la voz del cristianismo predicando caridad, humanidad; la amnistía u olvido general de los delitos políticos, fue estimada como un poderoso medio de pacificación, como el único bálsamo de los males causados por las turbaciones políticas y guerras civiles; y como el mejor garante de la victoria, dando tranquilidad a los vencedores y vencidos.

Con este objeto y a solicitud de Thrasybulo la concedió el Pueblo Ateniense después de la destrucción de los treinta tiranos.

Con el mismo, e invocando este ejemplo, la propuso Cicerón al Pueblo Romano en los últimos días de la Republica.

Con el mismo, el gran Enrique IV entró a Paris al grito de perdón, olvido general.

En la historia de la Europa, y en especial la de la Francia desde el año 1413 hasta 830, hallamos mil amnistías concedidas por los partidos victoriosos.

Iguales ejemplos ofrecen los Estados americanos en sus guerras civiles.

¿Y el nuestro? ¡Ah! No son muchos, ni ha tenido muchos días de paz en que concederla. Por lo mismo, se debe aprovechar de la presente que nos ofrece nuestra situación para dictar la que se reclama.

Los mediocres y los débiles se complacen en los padecimientos inútiles

Solo los gobiernos mediocres o débiles sin conciencia de su poder, pueden complacerse en inútiles padecimientos de los ciudadanos y no buscar una virtud que reconcilie la justicia con la humanidad, la seguridad individual con la publica, la generosidad con la paz y el orden y que ahorre a la Patria una interminable cadena de sangrientas reacciones.

El Gobierno debe llamar a todos a vivir bajo el amparo de las mismas instituciones

Vigente la Constitución, las Autoridades Nacionales sabrán dictar medidas que la aseguren contra los impotentes esfuerzos de los que intenten alterarla: la ley tiene mas poder que la arbitrariedad, la justicia mas que la venganza, el patriotismo mas que la ambición, el egoísmo y otras pasiones desorganizadoras.

Dictada dicha ley, el Gobierno Nacional debe llamar a los que seducidos por el error, la ignorancia o las pasiones de la época, se desviaron del deber y del orden, o lo que es mas cierto, no combinaron sus opiniones con las de aquellos que la justicia o la fortuna predestinaba a la victoria. Debe llamar a todos a vivir bajo el amparo de las mismas instituciones, a cuyo establecimiento se opusieron; pero no por esto, deben estar privados de los bienes que ellas ofrecen a todos los ciudadanos, y aun extranjeros.

Debe llamar a todos los Argentinos que con el nombre de proscriptos, pueblan el exterior y aun los desiertos, de donde quiera el Cielo, que algún día no vuelvan conduciendo a los salvajes disciplinados por ellos, a arrasar a su Patria, como los proscriptos y tránsfugas del Imperio Romano condujeron y disciplinaron a las hordas del Norte que lo invadieron, talaron y dominaron.

Debe algo mas; debe hacer que estas palabras sean repetidas y observadas, por todos los ciudadanos amantes de la Patria y del Gobierno Nacional; porque nada importa que este sea humano y generoso, si los partidos vencedores en las luchas intestinas no los son y hacen pesar sobre los vencidos todos los sangrientos abusos de las sangrientas victorias.

Debe en fin hacer que la Amnistía conceda la ley, obligando a todos los ciudadanos, y que todos la respeten, para evitar que las venganzas particulares sean imputadas al Gobierno y no al refractario que las cometa.

Solo de este modo, le ley de amnistía llenará su objeto a favor de los Pueblos y de los Gobiernos.

Solo de este, modo cesarán las desgracias de nuestra Patria al parecer condenada a la pena de Sísifo por haber revelado un secreto de Júpiter.

Solo en fin de este modo, el Gobierno ganará la confianza y el amor de todos los ciudadanos, sean cuales fueren las opiniones que los dividan.

La piedad del gobernante es fuente de amor de los ciudadanos

Preguntado Trajano dice Plinio, como había logrado hacerse amar tanto de todos los ciudadanos, respondió “perdonando a todos los que me han ofendido, no olvidando a los que me han servido, no aborreciendo a nadie, porque el que manda debe estar exento de odio para no dejarse arrastrar por la ira, que es un mal sin limites en medio de un poder que no los tiene”

“Tuvo amigos, continua Plinio, porque sabia amar; daba oídos a la verdad, porque él era sincero; no lo engañaban, porque el no engañaba, y Príncipe a quien engañan, es porque el ha engañado antes.”

¡Oh y cuán cierto es, que la moral en los Gobiernos es la única sana política para el régimen de los Estados!

El velo del olvido debe ser corrido por ambas partes

Pero; si es justo que el Gobierno y los partidos victoriosos corran un velo sobre desgracias y desordenes pasados; aun los es mas que lo corran los autores o victimas de ellos: que olviden sufrimientos que ellos mismos o las circunstancias les atrajeron; que olviden las ofensas que quizá hayan sido reacciones de las suyas como sucede en los partidos políticos.

Por que, si el olvido no es reciproco, si la venganza aun hierve en sus corazones, seguirá un sistema de represalias funesto para los que lo provoquen.

En este caso, la amnistía refluirá en perjuicio de los que la violen y el bálsamo se convertirá en mortal veneno; porque corruptio optimi pessima.

La soledad y el infortunio deben inspirar a la virtud

En la soledad del destierro, en el silencio de la ambición y demás pasiones políticas y cuando el yugo de la desgracia ha pesado largo tiempo sobre el hombre; la virtud suele hacerse escuchar en bien del individuo y de la Sociedad.

Ella le recuerda sus errores, sus faltas o sus crímenes: y aunque el amor propio no le permita confesarlos ni adjudicarlos todas sus legitimas consecuencias; sin embargo el hombre no desconoce porque su conciencia se lo dice, “que de todas o de la mayor parte de sus desgracias, el es su exclusivo autor” y esta sola idea llega a hacerlo indulgente con los que le han causado otras, quizá en reacción de las que el ocasionó a los mismos.

Los hombres en el infortunio se hallan tanto mas dispuestos a la indulgencia, cuanto que es propio de la desgracia calmar la fuerza de nuestras pasiones y domar la impetuosidad de nuestro carácter.

Distantes de la sociedad que formaba su cortejo y alimentaba su orgullo, su ambición o vanidad; excéntricos a la en que los ha colocado el destierro, y llevando en su frente la marca del infortunio que confunde al inocente con el culpable, al reo de opinión con el reo de hechos; se disipan mil ilusiones contraídas en épocas mas felices y en círculos que les pertenecían por vínculos mas estrechos y lisonjeros.

Al prisma de la desgracia que no engaña, todo se discierne con claridad y exactitud. Los hombres, las cosas, las opiniones, todo se ve como es en sí, y desnudo del barniz con que nuestras pasiones saben cubrir los objetos que les interesan.

El que sigue en el odio sigue teniendo culpa

Pero si por desgracia vuelven al país natal, al hogar domestico, dominados por los mismos odios y venganzas con que se alejaron de él; suyas y no de la ley serán las amargas consecuencias que vuelvan a pesar sobre su tenacidad e imprudente capricho: suya será la culpa si la ley de amnistía tiene que convertirse en ley de rigor y exterminio contra los que la violen.

Hay que aprovechar el deseo de paz y de organización

Pero ya no es de temer tanta desgracia en nuestra infortunada Patria. Quizá por primera vez domina en tos los pueblos un espíritu de paz y vehemente anhelo por la organización nacional y el suave imperio de la ley en reemplazo del de la fuerza que nos ha oprimido por tantos años.

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